Suelta tus cargas

El nombre de nuestro Señor Jesucristo, es nombre sobre todo nombre. Y en una de sus enseñanzas con toda autoridad, dijo: VENGAN A MI. Esa invitación para acercarnos a él, cobra más vigencia que nunca. En medio de un mundo conmocionado en medio de guerras y crisis política y económica a nivel mundial, necesitamos de la dirección, ayuda y protección del Señor. Es que Cristo es la respuesta a la necesidad más profunda en el corazón del hombre. Cuántas voces que nos llaman podemos escuchar, ofreciendo de todo, pero jamás salvación y descanso a nuestras almas. Cuando Jesús invita a venir a él, no hace exclusión de nadie, nos guste o no, ya que la salvación es para todos. !Qué hermosa invitación a estar con él!, porque ÉL es el camino, la única e irrefutable verdad y la vida para nuestros corazones. Correr a Jesús es el llamado a los CARGADOS. ¿Qué te tiene cargado últimamente amado lector? Éste artículo de hoy es el recorderis para todos, de llegar al ÚNICO LUGAR DONDE NUESTRAS CARGAS PESADAS SON CAMBIADAS POR CARGAS LIGERAS.

¿Por qué nos cuesta tanto soltar lo que nos agobia, carga y preocupa y entregarlos completamente a Jesús?

¿Será que la suficiencia y el egoísmo de pensar que sólos podemos lograrlo, nos impide soltar y a cambio nos seguimos cargando con más y más cosas aunque enfermemos? El llamado de nuestro Salvador, es para todos los trabajados y cargados. Hoy te invito a que descargues no en los hombres sinó en Jesús, ESO QUE TANTO TE AGOBIA. Alguien trabajado, es aquella persona que se autoimpuso cargas, que nadie le pidió llevar. Y alguien cargado, es aquel que carga, lo que otro le pidió cargar por irresponsabilidad o abuso ajeno. Los líderes religiosos en los tiempos bíblicos, eran especialistas en imponer cargas PESADAS. Por eso la contundente respuesta de Jesús, fue a que llevaramos Su yugo y aprendieramos de Él. Seamos discipulos dóciles, que se dejan pastorear y guiar, portando Su yugo el cual es ligero y fácil de llevar, siempre y cuando seamos obedientes. Un yugo que ciñe y pesa mucho (como los que llevaban los bueyes que araban la tierra), deja de ser ligero, cuando nos revelamos y hacemos nuestra propia voluntad. El yugo de Jesús, lleva cargas que él escoge para nosotros y siempre serán llevaderas, aunque al principio no las entendamos. ¡Suelta tus cargas en Jesús! Y recuerda, que Dios no ha terminado contigo.


Ésta semana cumplimos 6 años escribiendo en el blog y bendiciendo muchas vidas a través mis escritos. Si tú eres una de ellas y deseas apoyar mi trabajo, te invito a aportar 5 dolares para la renovación del funcionamiento del blog en HOSTINGER. Tu apoyo lo puedes hacer a la cuenta de Bancolombia No 554-31428139 o de Nequi: 3015450893, a nombre de JOSÉ ÁNGEL CASTILLA. Dios te recompense al cien por uno, el aporte que hoy entregas, para seguir bendiciendo vidas a través de mis escritos inspirados por el Señor. Abrazo fraterno para todos.

Pr. José Ángel Castilla

Haz que este articulo le llegue a más personas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll to Top