Cuántas veces hemos leído mal el pasaje de hoy, y no entendemos el contexto de la promesa implícita en el mismo y su significado. Creo que el problema no son los anhelos que cada uno tenga en el corazón, sino las motivaciones, intenciones y el significado para quien le pide a Dios cumplirlos. El salmista David inicia instando a que no debemos irritarnos ni envidiar nada de lo que consigan las personas que no temen a Dios. La comparación que se hace de ellos, es a la hierba seca y marchita. Amado lector, no anhelemos entonces la prosperidad de la gente perversa y malvada. Creo que todos tenemos motivaciones profundos de darle cosas buenas a nuestra familia. Trabajamos y nos esforzamos porque tengan todo lo necesario para una buena calidad de vida. Esos anhelos son buenos, el tema es que algunos lo hacen, a través de actos injustos. Allí el noble anhelo deja de serlo para convertirse en un dios. Eso conlleva a marchitarse ese logro personal, en el cual Dios no metió su mano porque se consiguió no para darle a Él la Gloria, sino exaltar el afán y la ambición humana. Hay personas que se ufanan de sus logros y dicen que fue DIOS quien se los concedió. No oraron, no esperaron, sólo fueron tras su solitaria conquista sin Dios presente.
Después te buscan para que vayas a orar y santificar ese negocio o logro, al que llaman anhelo concedido. TODO LO HICIERON ELLOS MISMOS. Quizás en desobediencia, hubo fraudes o mentiras, ganancias injustas, nunca hubo fe, sino desespero y maltrato a personas, para conseguir su fin. Detrás de todo, la codicia y la ambición fueron los grandes motivantes. ¿Crees que Dios está agradado con ése tipo de logros? Los leo en los comentarios. Un anhelo no puede tener una motivación más grande, que darle a Dios la Gloria, exaltar su nombre, que haya un sano propósito nacido en su corazón para nosotros. NUESTROS ANHELOS NO PUEDEN ESTAR POR ENCIMA DE DIOS.
Algunos esperan esas cosas que anhelan, pero aún no las han recibido. La razón es que el tiempo para recibir aún no ha llegado. Tienen que aprender a esperar porque toda promesa de Dios tiene condición para hacerse efectiva. Para VER A DIOS ACTUAR y ver esos anhelos cumplirse, DEBEMOS CONFIAR, ENCOMENDAR nuestro CAMINAR y SEGUIR por el camino que ÉL trazó, obedeciendo Su Palabra y esforzándonos en caminar en su perfecta voluntad, AUNQUE CUESTE Y NO AGRADE. Sin DELEITE en el Señor, no hay ANHELOS cumplidos. Busca la plenitud de tu vida sólo en Su deleite. Ésto te dará paz sin importar las circunstancias que vivas, porque él te sostiene y está por encima de todo. NO HAY NADIE MÁS GRANDE Y PODEROSO QUE DIOS. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a éste blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Tus comentarios son importantes. Comparte el enlace de éste mensaje con tus amigos y familiares. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla
Amén. Señor dame un corazón y espíritu correcto, aliniado al cumplimiento de tu voluntad en esta tierra, para exaltar el Santo nombre de Cristo.
Hace días pensaba en esto, y también llegaba a mi corazón que aveces queremos forzar la voluntad de Dios a nuestra voluntad. Así que le pido a Dios un corazón humilde que me ayude a aceptar de buena gana su perfecta voluntad.
Jehová Dios de los ejércitos te pido me reveles tus planes y el propósito que tienes trazado para mi vida, y desarrolla en mi la capacidad de esperar en tu tiempos. Solo tu conoces el anhelo que hay en mi corazón por el cual oro día tras día.!