Cuán hermosos son los caminos del Señor. No existe ni existirá nada más pleno y completo que pueda satisfacer el alma, que el infinito amor de Jesús. Pese a que por momentos experimentemos las aflicciones, que el Señor mismo indicó que el mundo nos daría. También Él prometió, que no debemos temer, porque el ya derrotó al enemigo de nuestras almas. Cuando somos influenciados y cedemos a los deleites y placeres del mundo, nos enfrentamos al trueque más caro y riesgoso que pueda existir: vacío emocional, desasosiego, vergüenza y culpa. No hay nada bueno, nuevo ni agradable que el mundo nos ofrezca. Mientras respires y la misericordia de Dios te mantenga vivo, debes caminar con los ojos puestos en el cielo. Si Cristo no motiva ni llena tu corazón cada amanecer, dudo que nada ni nadie más pueda hacerlo. Sin la guianza del Señor, el mundo cuesta, pesa y siempre nos sentiremos vacíos, porque el mundo es efímero, hostil e ingrato.
Hacernos amigos del mundo, nos convierte en enemigos de Dios. Es una delgada línea que todos podemos cruzar. Vivimos en ésta tierra pero eso no significa que los planes de Dios para nosotros, terminen aquí. El apóstol Santiago en el pasaje de hoy, reconoce que nosotros no podemos ser amigos del sistema del mundo, porque éste es rebelión contra de Dios. Somos adúlteros cuando pretendemos sostener dos relaciones simultaneamente: DIOS y el DIABLO. Siempre se terminará amando a uno más que al otro. El Espíritu Santo anhela celosamente nuestra amistad con Él. Cuida tu corazón, arrepiéntete de todo hecho que dañe tu relación con Dios. Nunca pierdas la sensibilidad a esa voz del ESPÍRITU, que te cela y te lleva a vivir comprometido en comunión con él, Su Palabra y los seres que amas. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Reenvía el enlace de ésta reflexión a tus amigos y familiares. Deja tu comentario al final del blog.
Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla
El adulterio para cualquier ser humano produce traición y dolor profundo. Le da a entender al otro que no fue suficiente ni llenó las expectativas, ofendes su ser. La persona entrega de manera completa y total todo lo bueno, profundo y valioso de si para ser despreciado y humillado.
Si en algún momento nos ponemos en el lugar del que recibe el adulterio y nos permitimos sentirlo podremos entender lo profundo de las palabras de Dios en este versículo.
El entregó ‘su hijo” por amor a nosotros. Merece lo mejor y total de nosostros.
Gloria a Dios, por la reflexión de hoy, me motiva a seguir sostenido de la buena voluntad del Señor para conmigo, y entonces a andar detrás los pasos de Jesús reconociendo en mi corazón que ahí estaré en busca de la verdadera felicidad; también la reflexión me permite hoy brindar una mirada a aquella oveja perdida, y compartirle la obra de Dios, permitiendo ser instrumento en motivación a otros…