No estamos exentos de fallarle a Dios. Somos perfectibles pero no perfectos. Grande para Dios es el hombre que reconoce sus faltas. No hacerlo, es llamar a DIOS mentiroso. El Rey David a quien se le reconoce como un hombre que tenia SU CORAZÓN CONFORME AL DE DIOS en un momento débil de su vida desea sexualmente a una mujer, la embaraza y manda asesinar a su marido.
Luego de ser confrontado frente a su pecado por el profeta Natán vive tres momentos:
RECONOCER su pecado, rasga sus vestiduras en señal de dolor.
PIDE PERDON a Dios por la gravedad de la falta cometida.
Pide finalmente RENOVACIÓN.
El arrepentimiento es un acto que implica GIRAR 180 grados y cambiar la conducta. Es sentir DOLOR por haberle fallado al Señor, es volver a El y cambiar tu visión y perspectiva. Necesitamos rasgar el corazón y tomar decisiones radicales.
¿Qué decisión radical necesitas tomar en este tiempo de cuarentena a favor de tu relación con Dios?
Deja atrás el pecado y mira frente a ti la misericordia de Dios. Ella siempre llegará, correrá y llegará primero que el juicio.
Vuelve a Dios, no importa cuan grave haya sido tu falta. Sus tiernos brazos de amor y misericordia se extienden este día para ti. Te bendigo. Suscríbete, comenta y comparte este mensaje si fue de bendición para ti.
Abrazo fraterno.
Pr. José Ángel Castilla
Estar caído y ser levantado por Dios a través de reconocer delante de Él nuestras faltas es lo más sano en nuestras vidas. El colocará al rededor nuestro personas que nos tiendan la mano para ser restaurados como Natan con David.
Así es Roxana. Es una bendición rendir cuentas y no guardarnos las cosas. Te bendigo. Gracias por comentar.
Que bendición es esta palabra pastor