La sequía terminó

Esta frase que parece un juego de niños haciendo alarde de lo que el uno tiene y el otro no, fue lo que Penina le dijo a Ana, presumiendo de tener hijos y mofándose de la esterilidad que padecía ésta última. Ana ya no comía y su rostro reflejaba la tristeza de no poder abrazar un hijo. Ambas eran mujeres de Elcana, hombre bueno que amaba más a Ana y la bendecía de forma especial, pese a que no le había dado hijos. (En esta época no se había reglamentado aún que un hombre sólo tuviera una mujer)

Todos los años ella y su familia presentaban en el lugar de adoración, una ofrenda especial. Cuando Elí el sacerdote la vio CLAMANDO, la toma por ebria y la manda a pasar su supuesta borrachera fuera de allí. Ella responde e insiste que lo único que la llevó allí fue buscar UN MILAGRO. Algo cambió en la oración de siempre de Ana y fue el voto que le hace a Dios, que si quedaba embarazada de un hijo varón, lo consagraría al servicio del Señor para siempre.

No debemos ser la \”Penina\” de nadie, burlándonos de la desgracia ajena y mucho menos sentir envidia por ver a otros prosperar, alcanzar y conquistar sus sueños, antes debemos alegrarnos y bendecirlos. No creas a las mentiras que el Diablo deposita en tu mente, haciéndote pensar cosas antónimas a la fe y a lo que la Biblia dice. La sequía, la esterilidad y la escasez tienen un término. ¡Tienes que creerlo!

No prestes atención a las mofas de PENINA en tu vida. No estés más triste. Lo tuyo viene y tiene tu nombre. Será en el PERFECTO TIEMPO de Dios, pero debes soltar tus cargas y temores. Consagra por anticipado lo que aún no has recibido para el exclusivo uso de Dios y Su Reino, así como lo hizo Ana con su hijo Samuel.

Con el tiempo se convertiría en el gran profeta, sacerdote y juez de Israel. Tu milagro te honrará, serás notable y darás Gloria al Dios que lo hizo. Recuerda que Él no ha terminado contigo. Suscríbete a éste blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Bendice a tus amigos y familiares reenviando el link de ésta reflexión. Abrazo fraterno para todos.

Abrazo fraterno.
Pr. José Ángel Castilla

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