Lástima equivocada

En la enramada en la que estuvo Jonás, fue protegido por las hojas, para que el sol no le quemara y así esperar el deseado juicio de Dios sobre Nínive. Cuando las intenciones del corazón son equivocadas, tiene con urgencia que intervenir el Señor, para hacer entrar en razón a un hombre, que tenía las motivaciones equivocadas. Así como aquella planta creció rápidamente, también murió rápidamente a través de un gusano que la devoró. Dios le quita aquel parasol natural a este hombre de altibajos emocionales, que termina lamentándose y sintiendo lástima por la razón equivocada. ¿Acaso la creación de Dios es más importante que el hombre mismo?

Más de ciento veinte mil habitantes, vivían en Nínive y Jonás prefirió llorar a una planta seca y muerta, que a tantos ninivitas que estaban en completa oscuridad espiritual. ¿Cuántas veces hemos llorado, nos hemos lamentado y hecho pataletas emocionales, por las razones equivocadas?. Las prioridades han estado invertidas y nos hemos desgastado emocionalmente por cosas sin sentido. A nuestro alrededor, hay personas que pertenecen a nuestro círculo de influencia y que deben ser impactadas positivamente por nosotros. Alumbrar en la luz es fácil, avivar la llama, estando en la oscuridad, se convierte en el desafío más grande que como hijos de Dios debemos tener. ¿Quién puede medir la anchura, la profundidad y la altura de la misericordia de Dios?

Así como Él puso sus ojos en nosotros, que no merecíamos ser salvos por la corrupción de nuestro corazón, así lo hizo también con este pueblo sucio, inmoral y alejado de Dios. El Señor escoge a aquellos que no califican y que injustamente criticamos, para extender su amor con propósito. Nada que Dios permite lo hará sin un plan, porque a Él nada se le sale de control. No te sientes en la silla de un juez para así impartir y decidir el destino de nadie. No eres Dios, no puedes ver el futuro, no conoces la historia completa de ninguna persona. Un poco de empatía en la vida, te ayudará a mejorar tus relaciones. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Reenvía el enlace de ésta reflexión a tus amigos y familiares. Si te edificó éste articulo, deja tu comentario al final del blog. Abrazo fraterno para todos y feliz fin de semana.

Pr. José Ángel Castilla