Sinceridad

La amistad con el Señor es como cualquier otra, necesita ser regada de forma frecuente. Un pilar fundamental en esa amistad, es la sinceridad del corazón de parte nuestra. A veces pensamos que como Dios sabe todas las cosas, no deberíamos decírselas. Para crecer en amistad con el Padre, necesitamos contarle TODO, sean sentimientos, las cosas que omitimos, los pensamientos con los que luchamos, etc. Él no actuará como un alcahueta de nuestros errores, pero sí puede ayudarnos y renovarnos, sobre todo en las áreas de sequía y debilidad espiritual. Dios espera sinceridad y no perfección. Así debemos orar, no diciendo cosas absurdas, jactándonos de lo que hacemos para Dios o mostrándole nuestras áreas fuertes.Hubo un par de hombres que llegaron al Señor orando. El fariseo se mostraba arrogante, más espiritual y muy superior en todo en lo que decía. El otro hombre casi no podía levantar su cabeza, reconociendo su condición espiritual. El Señor es sorprendido por la humildad y alaba al segundo que se mostró sincero.Así debemos llegar en amistad con Dios, reconociendo sentimientos, con deseos de obedecer y crecer, aunque te cueste cada día. Eso es preferible, a nunca reconocer la realidad del corazón. Desea ser amigo de Dios, más que nada en este mundo. Él siempre está listo para corresponder a tu amor, porque te ama y no ha terminado contigo. Abrazo fraterno para todos. Suscríbete a éste blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Bendice a tus amigos y familiares reenviando el link de este mensaje. Deja tus comentarios al final del blog. Abrazo fraterno para todos.Pr. José Ángel Castilla