Aguas profundas

Es paradójico que un carpintero le dé consejos a un experto pescador, sobre el lugar exacto, en donde echar las redes para obtener éxito en su labor de pesca. Esa fue la conversación entre Simón el pescador y nuestro amado Señor, luego de tomar su barca y desde ella enseñar a las multitudes, a la orilla del mar. Trabajar toda una noche y no haber pescado ni un solo pez, debió ser frustrante. En medio de nuestros fracasos, debemos esperar pacientemente la dulce voz del Señor, que nos recuerde que lo intentemos una vez más. Suelta hoy el control, la suficiencia y la experiencia, para dejar que Él DECIDA EL LUGAR en donde volver a echar tus redes Y OBTENER ÉXITO, en aquello que no te ha salido como esperas. Me llama la atención la reverente y obediente actitud de Simón al responderle: Si tú lo dices Señor, echaré mis redes otra vez. El fracaso no es el fin de todo, si en cada momento de nuestro proceso, nos agarramos FUERTEMENTE de la mano del Señor.

No sé en qué área de tu vida te agotaste hasta la frustración y en medio de tu fracaso, te olvidaste de que el Señor está contigo. Él ahora te insta a adentrarte a lo profundo. No te quedes en las aguas superficiales de la mediocridad y de lo fácil. Toma una actitud enseñable y dócil cuando te den un consejo. En la multitud de ellos está la sabiduría, nos enseña el libro de proverbios. Algunos no preguntan cuando no saben, por el orgullo y prefieren errar una y otra vez, en la suficiencia de bastarse a ellos mismos. Vuelve nuevamente a intentarlo amado lector. Hazlo con fe y la convicción de que la dirección de tu barco ahora la tiene JESÚS. Renuncia al orgullo, a toda altivez que te impida dócilmente escuchar y acatar consejos. Siempre Dios usará a alguien para decirnos algo que no vemos con facilidad en nosotros mismos y enseñarnos algo que no sabemos.


Tan solo sé alguien humilde para reconocer que no te las sabes todas, aunque tengas muchos años de vida y experiencia. Un experto pescador, terminó recibiendo lecciones de un carpintero que murió por amor en un madero. ¡Ése es nuestro amado Jesús! Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Reenvía el enlace de esta reflexión a tus amigos y familiares. Deja tu comentario al final del blog. Abrazo fraterno para todos.

Pr. José Ángel Castilla

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0 comentarios en “Aguas profundas”

  1. El entender que no lo se todo me hace estar apercibida a la voz del Señor, estar atentos y seguir sus instrucciones aún cuando no entendamos el por qué de ir mar adentro nos hará sentir seguros. Dios actúa de maneras extraordinarias y su instrucción puede venir de quién menos lo esperamos, el seguir el consejo de Dios de parte de alguien que consideramos no tiene el mismo conocimiento nuestro es en sí mismo una enseña. Soberano y maravilloso es nuestro Señor. Bendiciones y excelente fin de semana pastor José.

  2. Jorge Adrian Sarmiento Mendoza

    Dios no ha terminado contigo.! Esto es imperativo en la vida de nosotros los cristianos, entender y saber que somos vasijas en proceso, que día a día aprendemos, y formamos de una manera diferente, creer en los consejos que están escritos en la palabra para nosotros es importante llevarlos a nuestro interior y vivir de acuerdo a sus directrices. Gracias pastor por ese refrigerio.

  3. Amen que hermosa reflexión dónde nos lleva a entender que debemos depender de Dios y que de el siempre vendrá una palabra, una guía o una institución solo debemos , buscarle,oír.
    Excelente pastor José angel muchas gracias por cada día dejarse utilizar por Dios. Bendiciones

  4. “Ir a aguas profundas”
    Mandato, dirección, reto, nivel.

    “Pero si Tú lo dices, echaré la redes nuevamente ”
    Fe, confianza, disposición, diligencia.

    Cuando una palabra se es recibida en el corazón y se siente propia sabes que es para ti y sabes que estás listo para algo más en el Señor. Qué se acontecerá después de accionar en obediencia? solo Él lo sabe pero en nuestro corazón sabemos que sea lo que sea Él estará con nosotros y todo saldrá bien para su Gloria. Su propósito ha de cumplirse.

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