La vida de un hijo de Dios es como la de un deportista que ha participado de muchos campeonatos y competencias. La fe nos capacita y entrena para enfocarnos en cruzar la línea de la meta. No importa si llegues de primero, segundo o tercero. Lo importante es competir con mentalidad ganadora, no a la luz de la competencia del mundo, allí sólo se desea ganar para obtener un reconocimiento. Ganar en el Reino de Dios es diferente, no se trata de lo capaces que seamos, sino porque el sacrificio de Cristo Jesús en la cruz, nos entregó la mayor de las victorias: Vencer la muerte, la enfermedad y el obtener una silla junto con Jesús en los lugares celestiales. Así que todos los días, debemos vivirlos con la certeza de que la mayor de las victorias es nuestra a través de Jesús. Cada día entonces libraremos UNA VICTORIA MÁS, sobre aquello a lo que te enfrentes amado lector.
No se si tú carrera a ganar sea en el área financiera, a la espera de salir de deudas y cubrir compromisos familiares. Otros libran batallas contra el dolor emocional o se encuentran enfermos. Mentalmente hay personas cautivas de ansiedad, malos pensamientos y deseos de consumir sustancias sicotrópicas o alcohol. Ciertas pérdidas, malas gestiones emocionales e intolerancia a la frustración, han llevado a otros a un caos y desorden de vida. HOY te animo a librar en oración y con fe, esa batalla que crees está perdida. ERES MÁS QUE VENCEDOR porque el Señor ya lo conquistó por ti. NADA PODRÁ SEPARARTE DE SU AMOR. Ni la vida, la muerte, principados y potestades, el presente o futuro será más grande que LA VICTORIA DE JESÚS.
Levántate en éste tiempo y cree que una NUEVA VICTORIA GANARÁS HOY. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a éste blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Tus comentarios son importantes. Comparte con tus amigos y familiares el enlace de éste mensaje. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla
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