Una conciencia limpia

La integridad puede ser la posesión más preciosa que tenemos, violarla es nuestra más grande pérdida.

Romanos 2:15 NTV
15 Ellos demuestran que tienen la ley de Dios escrita en el corazón, porque su propia conciencia y sus propios pensamientos o los acusan o bien les indican que están haciendo lo correcto.

Cuando hablamos de Integridad, nos referimos a la decisión diaria de abrazar la voluntad de Dios en nuestra vida y seguir el ejemplo de Jesucristo de forma integral, en cada una de nuestras acciones. Es Jesús nuestro modelo a seguir y el precio de hacerlo es portar esa cruz invisible que nos identifica como sus discípulos. Vela que tu vida y acciones, sigan las huellas 👣 del Señor. La conciencia es el conocimiento moral dado por Dios dentro de cada uno de nosotros. Es un don o regalo del Señor, que hará el ruido necesario para indicarnos cuando algo no está bien.


1 Pedro 2:21 NTV Pues Dios los llamó a hacer lo bueno, aunque eso signifique que tengan que sufrir, tal como Cristo sufrió por ustedes. Él es su ejemplo, y deben seguir sus pasos.

El apóstol Pablo coloca como marco de referencia en el siguiente pasaje, a los maestros falsos, quienes tenían su conciencia cauterizada. Por esta razón había perdido toda sensibilidad y se volvieron mentirosos. UNA CONCIENCIA SUCIA NOS LLEVA A:
1) DISTORSIONAR LA VERDAD DE DIOS.
2) SER HIPOCRITAS Y MENTIROSOS.
3) SER PERMISIVOS Y PERDER LOS ESCRUPULOS.

En cambio, una CONCIENCIA LIMPIA nos dará esa libertad interna en el Espiritu Santo, que nos hará sentir que estamos en paz con Dios y con todos los demás. No hay cosa más agradable que llegar a conciliar el sueño por las noches, con la tranquilidad de haber hecho lo correcto delante de Dios y delante de las personas que nos rodean.

1 Timoteo 4:1-2NTV
Advertencias contra los falsos maestros
4 Ahora bien, el Espíritu Santo nos dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe verdadera; seguirán espíritus engañosos y enseñanzas que provienen de demonios. 2 Estas personas son hipócritas y mentirosas, y tienen muerta la conciencia.

Para mantener una conciencia limpia e integridad delante de Dios y de los demás necesitamos desarrollar una DISCIPLINA DE AUTOCONCIENCIA. Esto significa, aprender a RECONOCER nuestros propios sentimientos, pensamientos y comportamientos, y comprender cómo se relacionan. Necesitamos REFLEXIONAR y conocer las fortalezas, las debilidades y los límites que debemos tener frente a las situaciones tentadoras que nos llevan a caer y dañar así nuestra relación con Dios. Pregúntate: ¿Como esta tú relación con el Señor y con tus semejantes?
¿Que empaña o te impide tener una buena relación con el Señor?

Hechos 24:16 NTV
6 Por esto, siempre trato de mantener una conciencia limpia delante de Dios y de toda la gente.

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Abrazo fraterno para todos.

Pr. José Ángel Castilla

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