El profeta Daniel ESTUDIA UNA PROFECIA escrita por el también profeta Jeremías, respecto a la duración de “las desolaciones de Jerusalén”. Encuentra que estaban por culminar, al término de “70 años”. El pueblo de Israel, necesitaba experimentar primero, un verdadero arrepentimiento. Por tal motivo, DANIEL INTERCEDE para que la nación SE ARREPIENTA Y PIDA PERDON por su desobediencia reiterada, que los llevó a la triste condición en la que se encontraban.
DANIEL NO JUSTIFICA ninguno de los pecados de su pueblo, sino que los CONFIESA con toda claridad. Finalmente DANIEL SUPLICA POR LA RESTAURACION DE JERUSALEN Y DEL SANTUARIO. Al ver que el tiempo del cumplimiento de los 70 AÑOS DE CAUTIVERIO estaban por terminar, DANIEL ELEVA SU ORACION POR ESA RESTAURACION PROMETIDA. Tenemos amado lector, que ser como Daniel elevando al cielo, Oraciones PERSISTENTES, es decir, mantenernos firmes hasta obtener aquello que pedimos. Daniel dura 70 años cautivo en Babilonia, pero nunca perdió la esperanza de que Dios INTERVENDRIA A FAVOR DE ISRAEL PARA RESTAURARLA.
Daniel era un hombre de oración y cuando el rey Nabucodonosor, da la orden de ejecutarle a él y a sus amigos junto con los sabios de Babilonia, lo primero que hace es: Convocar una REUNION DE ORACION con sus compañeros de cautiverio. Ahora en ésta ocasión, vuelve a orar para enfrentar la crisis espiritual que su pueblo estaba atravesando. Para él la oración no era el último recurso cuando todo lo demás había fallado, sino su FUENTE PERMANENTE DE FUERZA.
DANIEL ORÓ POR EL RECONOCIMIENTO DEL PECADO NACIONAL DE ISRAEL, sintiendo una profunda carga en su corazón como todo un patriota del Reino de Dios. Te invito hoy a elevar una oración persistente por LAS NECESIDADES DE LOS TUYOS (Salud, finanzas liberación espiritual, salvación o restauración) Ora específicamente y con fe. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a éste blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Reenvía el enlace de éste mensaje y deja tu comentario al final del blog. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla
Amén gracias Dios bendito