La ignorancia es atrevida, insta y provoca a expresar sandeces y cometer locuras al ocupado y al cuerdo, por la falta de buen juicio y discernimento. El ignorante modela en sus expresiones de forma atrevida, a llamar la atención y buscar seguidores de su falta de sabiduría y entendimiento.
Vemos aqui al enemigo de nuestra alma, usando su artimaña voraz a través de la necedad, para llevarse por delante a aquellos que duden del fundamento que ya ha sido puesto. No juegues con tu salvación ni menosprecies el sacrificio de Jesús, poniendo en riesgo el camino que ya hemos transitado en Dios. Esa necedad descrita en la porción bíblica de hoy, se semeja a una seductora mujer que se sienta a la entrada de su casa. Sube a un lugar alto con vista a la ciudad. Desde allí comienza a llamar a todos los hombres que pasan por ahí y les grita a los ingenuos: «Entren conmigo».
A los que les falta buen juicio, les dice: «¡El agua robada es refrescante; lo que se come a escondidas es más sabroso!». Mira cómo la necedad seduce nuestro oído para hacernos perder la cordura, el buen juicio, la capacidad de discernimiento de las cosas. En momentos de peligro, en la que sientas que pierdes la dirección, clama al Espíritu Santo que te dirija a toda verdad y calle toda voz antónima y necia que te separe de la voluntad de Dios.
Despierta del letargo, de toda densa nube de confusión y escucha la voz del Señor. La sabiduría está a tu disposición, sencillamente pide al Señor que la derrame en abundancia sobre ti y te será dada en abundancia y sin reproche. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscribete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Comenta y comparte con otros amigos y familiares el link de este mensaje. Escribeme desde que lugar del mundo me lees. Dale un me gusta, si te bendijo ésta entrada de hoy.
Abrazo fraterno.
Pr. José Ángel Castilla