El pueblo de Israel sintió miedo cuando salieron de Egipto y comenzaron a ver los ejércitos de Faraón detrás de ellos, y al Mar Rojo por delante. En el mundo físico y bajo la perspectiva de la mentalidad esclava de más de 400 años de yugo, no pensaron en otra cosa sino que morirían allí. Dios dirigió a Israel hasta ese lugar, para lo que parecía en su mentalidad frágil, una trampa. No había escapatoria en sus pensamientos, pero ese fue el plan que Dios trazó, para posteriormente mostrar Su Gloria. Ese es el modo de operar el Señor amado lector. No se por qué camino estás transitando en éste tiempo, quizás estás sintiendo una intimidante fuerza de un ejército impío detrás de ti y un mar impetuoso por delante. Israel sólo tenía una salida: ¡MARCHAR! No había más vías para escapar que aquella que Dios les direccionó para tomar. Las demás salidas estaban bloqueadas por el ejército egipcio. No había lugar para la duda, su camino estaba amurallado y no podían evitarlo. Cuando transitamos por lugares o caminos peligrosos y sin facilidad de escapatoria, debemos clamar a Dios, porque Él es nuestro amparo, fortaleza y pronto auxilio en la tribulación.
No permitas que el pánico se apodere de tu corazón y te robe la paz. Piensa en que así como Israel sin armas, carrozas ni caballos fuertes venció al poderoso ejército egipcio, tu fe vencerá la enfermedad, la deuda o la situación relacional difícil que enfrentas. Simplemente marcha y camina en medio del mar del miedo, pero agarrado de la mano del Señor. Toma tu vara de autoridad y toca las aguas. Dios las abrirá. No reniegues como el pueblo de Israel hizo cuando preguntó: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? Cuando abrimos la puerta al temor, dejamos de escuchar a Dios y protestamos contra la autoridad delegada de parte de Dios, que en éste caso era Moisés. Jamás el gran libertador de Israel planeó todo esto, para llevar al pueblo de Israel a la muerte en el desierto. Dios lo hizo porque estaba en total control y estaba a punto de mostrar Su gloria. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a éste blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Comparte el enlace de éste mensaje con tus amigos y familiares. Abrazo fraterno para todos y feliz inicio de semana.
Pr. José Ángel Castilla
Amén, gloria al Dios de Israel, que me prepara para la batalla y me ayuda para salir en libertad de toda cautividad. Hoy renuncio a todo temor que me paraliza para avanzar, renuncio a todo pensamiento negativo que no me deja ver más allá de lo que Dios quiere darme, hoy me lleno de valor para levantar la vara con el Poder del Espíritu Santo y seguir adelante con Cristo. .-Dios conoces lo que hoy mi corazón anhela, si es tu voluntad, concedeme las peticiones de mi corazón y derrama de tu Paz sobre mi vida.- Amén y amén