CALLA Y ESCUCHA

Quien sólo se escucha a sí mismo y no se da a la tarea de escuchar a otros para aprender, se limitará a sólo seguir su propia voz o peor aún a escuchar y seguir la nociva influencia espiritual del diablo. Es tan necesario callarnos en distintas situaciones de la vida. Si hablamos más de lo que oímos, no aprenderemos. Pregúntate porque entonces él Señor nos diseñó con una sola boca pero nos dio dos oídos.

En la mucha palabrería abundará el pecado dice la escritura. Quien habla por hablar, lo hace sin fundamentos y su motivación es ser escuchados, porque a lo mejor hubo momentos de su vida donde el rechazo lo llevó a callarse porque le obligaron a hacerlo. La ignorancia lleva a veces a hacernos hablar y podemos opinar de lo que no sabemos y hasta en un comentario ligero ofender y hacer daño a alguien. No especules si desconoces un tema y no te has dado a la tarea de ir a la fuente.

Este pasaje de Job nos enseña que debemos CALLAR Y ESCUCHAR PARA PODER APRENDER SABIDURÍA. ¡Dios nos dice que nos callemos para poder aprender! De niño escuchaba que la ignorancia es atrevida y es una sabia afirmación. Alguien que Dios usó en mi crecimiento de vida me enseñó a no hablar si desconozco de un tema y me enseñó que me fundamente bien en estudios antes de emitir una opinión y así me pueda formar un criterio claro y correcto.

Hoy día valoro esos consejos que me enseñaron y que ahora puedo duplicar en otros. Ve al fondo de las cosas para que no te quedes nadando en un océano. Te dejo algunos consejos de vida que procuro practicar en mi vida cotidiana:

1. Escucha al Señor permaneciendo en silencio, pequeñas porciones de la escritura.
2. Valora los consejos y sugerencias que te dan. Busca sabios en cada tema en el que necesites aprender.
3. Reconoce cuando no sabes acerca de un tema. No digas que sabes si no sabes nada.
4. Ejercítate en quedarte callado cuando otro esté hablando.
5. Pídele a Dios sabiduría y busca la forma de profundizar en lo que desconozcas.

Te bendigo, Dios no ha terminado contigo. Suscríbete, comenta y comparte este post con alguien más.

Abrazo fraterno.

Pr. José Angel Castilla