Nuestra realidad actual es temporal, pero nuestro Dios es eterno. Todo lo que vemos en este mundo, tiene un término y es transitorio. Las cosas materiales ya sean el carro, los aparatos tecnológicos y la casa que habitamos, son temporales. También la enfermedad lo es, así como la tristeza, el dolor o el luto. Lo que ven nuestros ojos acabará un día. Pero nuestro buen Padre e invisible Dios, es llamado el ETERNO, por eso el aferrarnos a lo temporal es perder el tiempo.
La palabra ETERNO viene del hebreo: Olâm, que quiere decir: \”por mucho tiempo\”, \”por todo el tiempo\” o que dura edades, es para siempre y por todos los siglos. Siendo así, Ôlâm indica un tiempo de duración indefinida, cuyos límites son desconocidos o no especificados. Dios es \”eterno\”, en sentido absoluto. No tiene comienzo ni fin.
¿En dónde está nuestro enfoque? ¿En cosas que son temporales y transitorias? En éste comienzo de año, deja de fijar tu mirada en lo que perece y muere. Elijamos no vivir por emociones o circunstancias temporales, sino mantenernos firmes en lo que es ETERNO. Las pequeñas cosas que nos roban la paz, no durarán para siempre. Creo profundamente en que cada situación que preocupa y agobia, generará en nosotros, un peso de Gloria venidera increíble. Una poderosa manifestación del mover de Dios, como nunca antes. Para quienes vivimos por la fe y no por vista, creeremos que cada día que viene, un nuevo y poderoso mover de Dios vendrá.
Una gloria duradera y mayor, llegará sobre aquellos que creemos en que todo obrará para bien. Amar, obedecer y servir a Dios, tendrá una hermosa recompensa no medible bajo la lupa y la balanza de los valores del mundo. Nuestro cuerpo cada vez más se hará viejo, pero internamente seremos rejuvenecidos y eso será lo que mostraremos. No necesitamos de cirugías estéticas para lucir jóvenes. El amor de Dios y la paz de su Espíritu Santo, marcarán nuestra vida haciéndonos notables a los ojos del incrédulo. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Reenvía el enlace de ésta reflexión a tus amigos y familiares. Deja tu comentario al final. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla