El valor de consagrar lo primero

CONSAGRACION es la dedicación de una persona o cosa para el servicio de Dios, pero este acto consagrar, demanda un genuino compromiso en corazón. Cuando nos comprometemos con Dios, contraemos una obligación con el Señor. En el pasaje de hoy, leemos la historia de una mujer estéril que no había podido ser madre y regalar un primogénito a su marido. Por tal razón cada año subía al templo a adorar a Dios y hacerle la petición especial de concebir un bebé. Un día a diferencia de las muchas veces que pidió lo mismo, esta vez ofreció dejar al servicio de Dios, al hijo que aún no había nacido. Por eso cuando Dios visita el lecho de intimidad con su marido y llega el milagro de ser madre, le llama al niño SAMUEL, que significa “pedido a Dios”. Cuánta fe en el corazón de una mujer que fue criticada y rotulada de borracha cuando estaba orando y pidiendo a Dios.

Por mucho tiempo Ana estuvo triste, no comía y su gran rival Penina no cesaba de atormentarla diciendo que ella si tenía hijos, pero Ana no. A veces personas con duro corazón les alegra el dolor y la tristeza de otros. Se mofan de la desgracia ajena, eso representa Penina. Te invito a intimar con Dios y a soltar todo aquello que te impida consagración, entrega, compromiso y fe en éste año. Nada que le entreguemos a Dios, quedará sin recompensa. El Señor te dará siempre una promesa de consuelo y esperanza en medio de la espera. Elí el sacerdote, le dijo a Ana : ¡Ve en paz! Que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido. Al terminar de leer éste artículo amado lector, que te inunde la paz del Señor mientras llega tu milagro también.

Que esta etapa de decisiones de consagrar y entregar lo primero y santo para Dios, te lleve a cosechar un buen y gran fruto en todas las áreas de tu vida en éste año 2023. Al final te dejo el enlace de youtube de ésta enseñanza completa predicada en www.cbint.org. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Reenvía el enlace de ésta reflexión a tus amigos y familiares. Deja tu comentario al final del blog. Abrazo fraterno para todos.

Pr. José Ángel Castilla