Éste año 2023 ha sido uno de los años donde más me sostuve de la mano de Dios, viendo así su Providencia, asistiendome en todo momento. Recuerdo cerrar el año pasado en un incómodo almuerzo, en el que fui confrontado por no tener ahorros suficientes para los estudios universitarios de mi hija que se graduaria este año. Mi respuesta fue: “Yo dependo de Dios, él proveerá, porque si hasta aquí el me ha ayudado siendo el principal medio para sostener y educar a mi hija, él lo seguirá haciendo”. Y ASÍ OCURRIÓ. Casi un año después de aquel incómodo momento, puedo decir que mi hija se graduó con honores, ocupando el primer lugar de su promoción, el resultado de la prueba de estado también fue el mejor puntaje del colegio y finalmente: SE GANÓ UNA BECA para estudiar en los Estados Unidos el próximo año su carrera, con todos los gastos cubiertos.
Un día al patriarca de la fe: Abraham, Dios le da la orden de que sacrifique a su único hijo Isaac, para ofrecerlo como ofrenda a Dios. El obediente padre de la fe, fue diligente en organizar todo lo que se necesitaba para no fallarle a Dios. La pregunta de Isaac es lo que más me ministra de todo este capitulo 22 del libro de Génesis: “Tenemos fuego y leña, papá”, pero ¿Dónde está el cordero para el sacrificio a Dios? Abraham le responde al niño: “En el monte Dios proveerá”. Sin saber que él iba a ser la ofrenda que se quemaría como olor fragante para el Señor. Y así sucedió. En ese monte donde el niño estaba amarrado y listo para ser sacrificado, Dios miró la obediencia de Abraham y detiene su mano para que no mate a Isaac su hijo. El cordero que finalmente se sacrificaría en aquel monte lo PROVEYÓ Dios. Así como de la nada apareció un cordero para ofrecer sacrificio a Dios, ÉL no me falló y de la nada, me entregó los estudios de mi hija en el exterior. Yo sólo oré este año porque Dios le regalara una beca a mi hija y eso me lo concedió el Señor.
Él ha sido fiel y puedo decir: que han valido la pena, todos estos años de esfuerzo, entrega, sudor y lágrimas en la educación y crianza de SOFÍA. Dios ha sido mi Padre y patrocinador en todo lo que he emprendido y necesitado en la vida. No han sido los ahorros guardados en un banco, ni una herencia familiar, ni el regalo de amigos o familiares adinerados, SINO LA PROVISIÓN DEL CIELO PUESTA EN NUESTRAS MANOS. Hoy doy testimonio de la fidelidad de Dios en mi vida y la de mi hija. Confieso que tuve dudas y muchos miedos. Hice tantas sumas y saqué tantas cuentas con la calculadora, que sólo me sirvieron para poder decir que: Dios me dio lo que me hacía falta. Con su favor en próximos días, viajo a llevar a mi hija al extranjero a cumplir el propósito perfecto que Dios trazó para ella.
Oro que veas antes del cierre de éste año la provisión que estás esperando. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a éste blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Deja tu comentario al final del blog y comparte el enlace de ésta reflexión a tus amigos y familiares. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla
Tremendo testimonio, Pastor. Dios se glorifica en nuestra debilidad. Alabado sea el Nombre del SEÑOR por siempre