La distracción que produce el hablar por dispositivos móviles mientras conducimos, es un peligro mortal. Ver una pantalla, sea de un celular o de nuestros vehículos, impide concentrarnos y poner la mirada al frente cuando conducimos. Todos hemos tenido la tentación de hablar cuando tenemos el volante en nuestras manos y sin conectarnos por Bluetooth. Es viral e irresponsable de parte nuestra. Pongo esto como ejemplo para ilustrarte sobre la necesidad de tener la mirada hacia adelante en la vida y no hacia atrás o hacia los lados. Quien mira hacia atrás, extraña y se amarra a un pasado doloroso, antiguos hábitos, pecados y situaciones o personas que nos recuerdan al viejo hombre. Eso que fuimos, queda atrás. Para avanzar necesitamos desconectarnos del pasado. Si miras a los lados puedes desear tener lo que otros tienen y te amargas por no poder tenerlo.
Si sólo miras a quien viene a través de tu retrovisor, puedes estrellarte por no observar bien lo que viene hacia adelante. Cuando nuestra mira apunta al blanco, proseguimos a la vida eterna y nos concentramos en eso. Todo en esta vida acaba. Todo cuanto acumulamos en la tierra, la polilla lo acaba y destruye nos enseña Jesús. No enfocarnos en lo eterno genera dolor, pérdida de tiempo, dar vueltas y vueltas sin norte, llegamos tarde y le quedamos mal a los seres que amamos, porque nos los podemos llevar por delante. La Biblia te insta a estar enfocado en tu blanco y debes soltar el pasado (recuerdos dolorosos, traumas y personas) y extenderte (saca la cabeza como atleta a punto de cruzar la meta) hacia adelante. Tu blanco puede ser un propósito espiritual como orar intensamente por algo que anhelas.
También podría ser una actividad vital ya sea familiar, personal, de trabajo o negocios. Necesitas concentrar los esfuerzos hasta conseguir un fruto. Dios opera a tu favor, te respalda en lo que hagas si puedes creer con fe y si le das a Él la Gloria. Pon la mirada en el blanco y no te desenfoques perdiendo el tiempo en distracciones momentáneas que te roban la energía, la creatividad y te restan emocionalmente. Hay momentos donde tendrás que DECIRLE NO A GENTE que te desenfoca del propósito y deberás ser selectivo a la hora de VOLVER A ASOCIARTE. Grandes logros los conquistarás rodeándote bien, porque necesitas de conexiones sanas para poder llegar a cumplirlos. No te tardes en cambiar tu rumbo hacia el lugar correcto. Decídete hoy. No olvides que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a éste blog y recibirás notificación en tu correo electrónico, cada vez que suba una nueva entrada. Reenvía el enlace de esta reflexión a tus amigos y familiares. Deja tu comentario al final del blog. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla
Amén. En estos tiempos existen muchas distracciones que nos alejan por momentos de la voluntad de Dios, (redes sociales, televisión, personas), nos restan tiempo para Dios, por eso es necesario disponernos a orar y leer la palabra de Dios diariamente, constantemente, para no dar lugar a estas distracciones y mantenernos enfocados en el propósito de Dios. Gracias Pastor, bendigo su vida.
Mis ojos deben estar puestos en mi padre celestial y en su palabra y esto me dará sabiduría
Amén. Muchas son las distracciones que nos desenfocan en este mundo y muchas de ellas surgen de nuestras debilidades y esas las conoce el enemigo que no pierde el tiempo.
Pero tenemos un Dios que no nos permite desviarnos ni a la derecha ni a la izquierda cuando nos concentramos en Él.
Si bien no es fácil pero con Él somos más que vencedores, caminemos a la gran meta confiados en Cristo Jesús.
Padre que nuestra mirada siempre esté en Ti.