Temer al Señor es ser reverentes a Su presencia, Su Palabra y guardarse para él, en lo que decimos pero también hacemos. Por muy equivocados que lleguemos a estar, por testarudos y desenfocados en nuestro actuar hay un Espíritu Santo que habita dentro de nosotros que nos redargüirá de justicia, pecado y juicio. Jonás responde a las preguntas de los hombres que viajaban con él hacia Tarsis, que era hebreo (no ocultó su raza ni de donde provenía) y también que temía a Dios. Que en el momento más difícil y adverso que experimentes, tu espíritu reconozca la necesidad de Dios y que le amas y temes con todo tú corazón. Siempre nos preguntarán sobre lo que creemos, seguimos y amamos. No podemos ocultar lo que somos y a quien servimos.
Reconocer la grandeza de Dios, nos ubica en la realidad de cuán pequeños somos frente a su poder y dimensión infinita. Nadie podrá ser ni hacer cosas más grandes y poderosas que nuestro buen Dios. En el período persa después del exilio babilónico que vivió Israel por 70 años, se le reconocía al Señor como el Dios del cielo. Por esa razón cuando Jonás le preguntaron quién era, reconoció al Señor de esa manera. No huyas de tu llamado y responsabilidad delante de Dios. Todos por amor y temor comparecemos delante de Él, a quien no le podemos mentir y nos conoce mejor que nuestras mismas progenitoras. Restaura en tu corazón el temor a Dios, la reverencia que te lleva a caminar de la mano del Señor para siempre.
Temer es una decisión profunda, producto de nuestra conversión. No temer a la ira de Dios, importarnos poco las consecuencias del pecado es un signo de soberbia y cauterización y endurecimiento del corazón. Dile hoy a alguien que temes a Dios y que tu gran deseo es poder agradarle en todo. Recuerda que el Señor no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Reenvía el enlace de ésta reflexión a tus amigos y familiares. Deja tu comentario al final del blog. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla
Saludos. Buena reflexion. El temor a Dios implica reverencia, respeto y obediencia que es fruto del amor que le tenemos a El. Dia bendecido a todos.