Domínio propio
La Palabra del Señor nos enseña que el dominio propio o la templanza, es parte de la manifestación del fruto del Espíritu en la vida de todos los creyentes. Podemos decir entonces, que tener templanza o dominio propio, es SABERSE CONTROLAR. Esta es quizás una de las cosas más difíciles de controlar de nuestra carne. …