Nuestro instinto de supervivencia nos exige que busquemos mantener las situaciones bajo control, porque no toleramos la incertidumbre de no saber lo qué pasará a futuro. Hay personas que quieren decidirlo todo: indicar el destino, decidir la ruta a seguir y decir la última palabra. El ser controladores no solo lo experimentamos con las situaciones frente a nosotros, sino también a distancia o a “control remoto”. SÓLO DIOS puede estar al control de todo. Eso nos debería traer gran consuelo y ayuda, para aliviar nuestros temores. Esta reflexión de hoy nos invita a “soltar el control” y descansar en Dios, sobre todo en situaciones que nos han sacado canas, nos desgastan emocionalmente y no van a ningún lado. Hoy vemos a Padres que no crian ni modelan, sino que le controlan la vida a sus hijos, creando así una dependencia malsana hacia ellos. Aunque se hagan adultos, son incapaces de tomar sus propias decisiones. Tristemente sus padres siguen decidiendo por ellos.
También vemos maridos que deciden por sus esposas, casi llevándolas al borde de no dejarlas pensar y opinar. Son mujeres que se sienten anuladas, por el control de sus parejas.
¿En que área de tu vida te cuesta soltar el control?
Una persona controladora, desgasta emocionalmente, vive en constante preocupación y tensión. Es vulnerable, irritable y ansiosa. Usualmente no le gusta que le lleven la contraria y le molesta que otros tengan visiones y enfoques distintos al suyo. El controlador ve peligros y consecuencias negativas en todas partes. Eso refuerza su posición controladora, supuestamente porque intenta evitar males mayores. Como los miedos se han apoderado de él, tienden también a ser inseguros y posee sentimientos de inferioridad, los cuales compensa controlandolo todo. Quien controla, se culpa y nunca podrá disfrutar plenitud en la vida. Difícilmente se ríen y rara vez actúan con espontaneidad. No es raro verlos tristes y abatidos, porque también tienen una baja tolerancia a la frustración.
¿Cómo ser libres del CONTROL?
1. RECONOCER QUE NOS GUSTA CONTROLAR.
2. IDENTIFICAR LOS FOCOS DE TEMOR.
3. ABRAZAR EL AMOR DEL PADRE.
4. DESCANSAR EN DIOS Y SOLTAR EL CONTROL.
Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Comenta y comparte con otros amigos y familiares el link de este mensaje. Abrazo fraterno para todos. Feliz fin de semana.
Pr. José Ángel Castilla
Amén, amén.Padre tu harás que todo suceda, ese es tu deseo. Yo entregó absolutamente todo.