Prestemos atención

Hace muchos años escuché una entrevista en televisión, que le hicieron a una mujer muy famosa. Le preguntaron acerca de lo que las nuevas generaciones deberían aprender de las antiguas y la respuesta que dio, hasta hoy cobra vigencia y vida en mi corazón y es: que la juventud no quiere escuchar a sus mayores, porque considera que no tiene más nada que aprender. Creo que nunca dejamos de aprender en la vida y necesitamos ser humildes para recibir los consejos que Dios coloca en la boca de sabios que nos hablen y aconsejen. En la segunda parte de la parábola de la lámpara, el Señor nos insta a que prestemos atención a la forma en la que escuchamos. Quien sabe escuchar obtendrá mucho más entendimiento. Pero a quienes tengan en poco el escuchar, lo que piensan que dicen saber y conocer les será quitado.

Nunca el sobre entender estará de más. Creo que necesitamos prepararnos, estudiar e ir al fondo de las cosas. Y toda la sabiduria que el mundo no nos da la recibiremos del Padre. Así como la lámpara encendida en lugar visible y notable, así debe ser la sabiduría de Dios en nuestros labios profiriendo verdades. He allí donde necesitaremos la ayuda del Espíritu Santo para preguntar, ahondar en lo que no sabemos y estar siempre abiertos a un consejo, a una instrucción bajo la guía de la Palabra y también de la experiencia de quienes tienen más años de recorrido. Escucha amado lector, el maestro de maestros nos dejó como legado su sujeción al Padre y cómo disfrutaba de la intimidad con él.

Cuando te acerques al Señor no llegues con la actitud que todo te lo sabes, sino con el profundo deseo de escucharle y aprender de sus enseñanzas. Abre la Biblia y siempre Dios hablará e instruirá tu vida. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Reenvía el enlace de ésta reflexión a tus amigos y familiares. Deja tu comentario al final del blog. Abrazo fraterno para todos.