¡Pídeme, y yo te lo daré!

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Imagina que Dios se te aparezca una noche en tus sueños y te diga: \”Pídeme lo que tú quieras\”. ¿Qué le pedirías tú? 
Nuestra ambiciosa manera de anhelarlo todo para ya y siempre pensando y anteponiendo lo que la Biblia llama \”añadiduras\”, de seguro pensamos que el Señor es el genio de la lámpara de Aladino, listo para conceder tres deseos como narra el cuento infantil.

¡ASÍ NO OPERA DIOS! 
Dios desea formarnos en amor como todo buen padre, pero desea que crezcamos no a base de ensayo y error, sino que con su sabiduría aprendamos a tomar las mejores decisiones. 
Esto pasó a Salomón el hijo de David. Era ahora el nuevo rey, su padre había muerto y sólo le tocaba depender de Dios. Siendo aún joven pidió algo que agradó al Señor y fue sabiduría para reinar. Dios se sintió tan agradado con lo que pidió, que le añadió riquezas.

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En posts anteriores había escrito que no tengo nada en contra de la riqueza y la tenencia de bienes materiales. Ellos son una bendición si tenemos el corazón centrado en lo correcto. Sin sabiduría y conocimiento del propósito de Dios, al bendecirnos económicamente, terminamos malgastando y mal administrando, porque pretendemos sólo llenar los vacíos del alma.

Imposible llenar con \”cosas \” lo que sólo puede llenar el amor de Dios. 
Deja que la riqueza o la bendición lleguen siempre como una añadidura pero no como fin. Pide sabiduría y Dios te la dará en abundancia y sin reproche. En estos tiempos de crisis nuestra mirada tiene que estar bien enfocada, ahorrar y administrar bien. Necesitamos más sabiduría que nunca para no cometer errores por ligereza o desespero. Nunca olvides que Dios no depende de las circunstancias para bendecirnos.


Te bendigo. Recuerda suscribirte a este blog y recibirás notificación a tu correo electrónico cada vez que suba una nueva entrada. Reenvía el enlace de ésta reflexión a tus amigos y familiares. Deja tu comentario al final. Abrazo fraterno para todos.

 Pr. José Ángel Castilla 

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0 comentarios en “¡Pídeme, y yo te lo daré!”

  1. Sabiduría, inteligencia y conocimiento. Tres riquezas inigualables. Gracias Pastor Angel.
    Dios es bueno en todo momento Dios es bueno.

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