MOTIVACIONES INCORRECTAS

El deseo en el corazón de Dios, es que hagamos lo correcto. Cuando oramos, sacamos todo lo que está dentro de nuestro corazón. A la hora de pedir, salen a relucir las reales motivaciones que nos mueven y hasta gobiernan nuestra vida, sean éstas correctas o incorrectas. Dios escucha todas nuestras oraciones, pero las respuestas a las mismas no siempre llegarán cuando y de la forma que queremos. Su voluntad perfecta, es el idioma de comunicación entre nuestras oraciones y su respuesta. ¿Lo comprendiste?

Cuan importante es conocer lo que está en el corazón de Dios y que sólo lo podemos descubrir en la intimidad con El. Cuando digo conocer, no me refiero a tener una vaga referencia de un conocimiento histórico de Dios. Algunos sólo hablan de experiencias basadas en lo que aprendieron en los libros de religión, pero no hablan de un Dios presente, porque no le conocen (intimidad). Imagínate sentarte a hablar con una persona con la que no puedes interactuar acerca de tu vida presente, porque no lo sabe ya que todo lo que sabe de ti hace parte de tu pasado. ¡Necesitas ponerlo al día de las cosas relevantes de tu hoy!

Que no se te hinche el corazón, diciendo que conoces a Dios por el tiempo de ser cristiano o saberte de memoria muchos versículos bíblicos. Trabaja en el gobierno de tu corazón en alinear tu voluntad y someterla por completo a Su agrado, como lo relata el apóstol Juan en el pasaje de hoy. Humíllate a Dios y descubre lo que Él quiere para tu vida y no lo que el corazón engañoso y corrupto que tenemos, nos direccione a hacer.

Tómate unos momentos para meditar en lo que pides. Revisa si las peticiones que elevas, son producidas por motivaciones equivocadas, que terminen haciéndote daño antes que bien, porque antepones deseos malintencionados lejos de la voluntad divina. Dios siempre nos escucha y conoce la realidad de nuestro corazón mejor que nadie.

Oro que tus pasos sigan las huellas de Jesús. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Bendice a tus amigos y familiares reenviando el link de ésta reflexión de hoy. Deja tu comentario al final. Abrazo fraterno.

Pr. José Ángel Castilla

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