Hay canciones que disfruto cantar en mis momentos a solas con Dios. Una de ellas se titula: CREE SOLAMENTE y la canta, uno de mis salmistas favoritos y es Danilo Montero. La reflexión de la letra de esta canción, inspira nuestra entrada de hoy. Una de las actividades más difíciles que como pastor realizo, es el de presidir ceremonias de despedidas a la eternidad. Estar frente al féretro de alguien que pude haber conocido o no y desde allí hablarle a sus dolientes, es algo que me lleva a depender profundamente del Señor, para inspirarme y llevar consuelo al corazón que ha perdido la esperanza y en muchos casos, se siente huérfano y solo. Por eso titulo la entrada de hoy con el nombre: HIJOS POR LA ETERNIDAD. Creo que uno de los más grandes vínculos a los que estamos ligados emocional y espiritualmente es al de nuestros padres. Cuando éstos parten de esta vida y nuestro sentido de eternidad no está claro, nos lleva a sentirnos abandonados y huérfanos.
Debemos estar convencidos que el Señor siempre nos ha ayudado y aunque nuestros padres un día ya no estén, miraremos al cielo, sabiendo que tenemos un PADRE ETERNO que jamás morirá. Si estando nuestros padres biológicos vivos, Dios cumple su labor de Padre mejor que nadie, cuánto más no lo hará, cuando estos faltaren. Esta es una de las cosas que más enternece y satisface mi corazón. Siente el amor del Padre y cómo puede hoy seducir tu corazón. Que eso te lleve a rendirlo ante su sacrificio de amor en la cruz. Las arras de su amor son nuestra herencia y el cielo la más grande posesión que podamos recibir. Somos hijos de Dios a través de Jesús, aquí en nuestro tránsito terrenal y mucho más lo seremos en la eternidad.
Camina en esa gratitud permanente con el Señor. Su gracia nos abraza cada día y nos permite acercarnos a su presencia, no como criaturas sino COMO HIJOS POR SIEMPRE. Atrás quedaron las cadenas del cautiverio de soledad y orfandad, a donde la esclavitud de la pérdida de personas amadas te llevó. Eres libre en Su amor, él ha cambiado tu llanto en felicidad. No temas, cree solamente. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Reenvía el enlace de esta reflexión a tus amigos y familiares. Deja tu comentario al final del blog. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla
Mi mayor temor es que mis padres biológicos partan de este mundo terrenal, pero tengo la convicción de que tenemos un Padre celestial que nunca nos abandona y siempre estará allí para sustentarnos y brindarnos ese amor eterno infaltable.
Gracias Pr. por esa palabra, Dios le bendiga enormemente!
Buenas tardes pastor, yo tuve una perdida hace 21 años, mi madre partió con el señor cuando yo solo tenia 9 años y mis otros hermanos 5 y él último 1 año y medio. Apesar de que en ese momento no entendía el porqué ni el motivo, hoy por hoy si puedo decir con toda seguridad de que nuestro Dios siempre obra para bien en nuestras vidas. Y hoy con 31 años solo puedo glorificar y alzar alabanzas al SEÑOR por haberme forjado y guiado en mi vida. Gracias pastor por ese mensaje tan inspirador y lleno de esperanza. «Debemos estar convencidos que el Señor siempre nos ha ayudado y aunque nuestros padres un día ya no estén, miraremos al cielo, sabiendo que tenemos un PADRE ETERNO que jamás morirá.» Amén y amén Gracias pastor.
Un grito desesperado, es lo que en ciertos momentos hacemos en aquellas situaciones que ya no podemos mas, qué cristiano no lo ha hecho?. En mi particularidad en esos momentos viene a mi el lugar más seguro a dónde ir, a su presencia en donde se que Él estará esperándome para consolarme o levantarme.