El poder de la resurrección

Al tercer día y tal como él mismo lo había profetizado, Cristo Jesús resucitó. Cada domingo de celebración de cierre de la semana Santa, erróneamente nos acostumbramos a ver la resurrección como un evento, pero no como un proceso del Señor para nuestros corazones. Jesús antes de resucitar a Lázaro, dijo que Él era la resurrección y la vida. La resurrección entonces, más que un evento, es una persona: Cristo Jesús. El apóstol Pablo nos enseña una prueba indiscutible de que Jesús resucitó. Primero nos enseña en la carta a los corintios, que el Señor murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; fue sepultado, resucitó al tercer día y apareció a Cefas, después a los doce y después a más de quinientos hermanos a la vez. Es lo más poderoso que la historia pueda registrar. Aún por encima de la mentira que algunos insisten en seguir divulgando, para poner en duda de ese maravilloso hecho, que fueron sus discípulos quienes robaron su cuerpo.

Pregúntate: ¿Cómo un cuerpo muerto podía inspirar a esos mismos discípulos a ser mártires del Evangelio? ¿Cómo un cuerpo inerte iba a inspirar a Tomás, el discípulo más dudoso de todos, que tocó el hueco de su mano? El poder de Su resurrección es un poder evidenciado. Es el sello de que todo lo que Jesús dijo e hizo es verdad. El poder de Su resurrección es un poder que nos justifica, ya que el sacrificio de la cruz fue aceptado como un pago total. Ese poder que inspira el nombre del artículo de hoy, es un poder que nos entrega vida. Esto significa que aquellos que están conectados con Jesucristo, reciben la misma resurrección de vida. Finalmente, el poder de Su resurrección, es un poder consolador y reconfortante, que promete que todos los que ya partieron a la eternidad con la convicción de salvación a través de Cristo Jesús, resucitarán el día en que la iglesia sea arrebatada.

Por el poder de la resurrección, levántate en fe y cree que toda limitación, enfermedad, imposibles de cualquier área de tu vida, resucitarán en el nombre de Jesús. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Reenvía el enlace de ésta reflexión a tus amigos y familiares. Deja tu comentario al final del blog. Abrazo fraterno para todos.

Pr. José Ángel Castilla