Hay batallas que la autosuficiencia, el orgullo y la falta de dependencia de Dios, nos han llevado a librar en nuestras propias fuerzas. A veces pretendemos obtener todo el reconocimiento, de que debido a nuestras habilidades, las experiencias vividas o por las personas que conocemos, garanticen el triunfo de áreas que sin la absoluta ayuda de Dios, nos llevan a continuos y sucesivos fracasos. Sólos no podemos amado lector, repítelo y díle a tu alma que su reposo y sosiego provienen de Dios. De lo contrario, sólo viviremos de agotamiento, stress y cansancio permanente. Nuestro Rey de Gloria, venció a la muerte, a la enfermedad y al pecado. Jesús camina delante de nosotros como poderoso gigante y pelea a favor de su iglesia. No podemos usurpar ese lugar de Gloria que sólo puede ocupar el Señor.
Hace más de 2000 años, celebramos la victoria en la cruz. Esa batalla frente a los principados y a las potestades, que fueron exhibidas publicamente en un madero, la ganó Cristo Jesús para nosotros. Somos entonces más que vencedores, por medio de la demostración de su amor y su victoria. Fueron 156.950 días de opresión egípcia, la que vivieron los israelitas estando esclavos en Egipto. Pero hubo un día triunfal en que Dios los sacó de esa nación, con mano fuerte. Abrió el mar rojo para que lo atravesaran sus hijos, con el puño en alto dejando al soberbio faraón, minimizado y derrotado. El ejército egipcio con sus hermosos y poderosos caballos y ágiles carros de guerra, no le fueron suficientes, ya que quedaron destruidos en el fondo del mar.
Éxodo 14:13-14
13 Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. 14 Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.
Quizás has vivido amado lector, muchos días de opresión, pero estás cerca de vivir tu gran día triunfal, viendo la poderosa mano de Dios, peleando a tu favor. Tienes que creerlo y estar tranquilo. No sigas peleando batallas sólo. El Señor se moverá por ti. Extiende tu vara sobre el mar rojo de tus limitaciones y mira sus aguas abrirse para que atravieses tú y los tuyos. Recuerda que Dios no ha terminado contigo y que hoy es tú día de victoria. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Reenvía el enlace de ésta reflexión a tus amigos y familiares. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla
Gloria a Diosss, El es mi Padre, El pelea por mi, El es Vencedor, y dice que soy más que Vencedora. Aleluyaaa
Me encanta este versículo porque habla de una acción del hombre que provoca una acción de Dios y genera consecuencia a nuestra vida en el presente y siendo permanentes en el futuro.
Accion del hombre: no temer y estar firme (confianza).
Acción de Dios: liberación de la opresion (es su pelea)
Consecuencia: tranquilidad
Cuando entendemos como funciona el reino de Dios podemos asumir su yugo y entregar nuestras cargas. Nuestro vivir en el evangelio se vuelve un deleite.
Gracias Pastor por cada versículo que nos ayuda a descubrir los pensamientos de Dios.
Un dia hace tres años, dejé todo en manos del Señor. Rogué para que peleara por mi y por mi familia y el dio la batalla. Peleó a mi favor y con el pasar del tiempo me dio la victoria. Yo guarde silencio y esperé su obrar.
Muchas veces hemos vivido momentos difíciles, pero de ahí aprendemos y salimos siempre con la seguridad de que Dios nunca nos ha abandonado ni lo hará, Él siempre pelea por nosotros y esa es la certeza que nunca nos puede faltar que Dios nunca nos ha soltado de su mano poderosa y siempre nos sostendrá, tenemos es que créelo y vivir tranquilo.
Bendiciones pastor.
Todo esto me hace pensar una vez más que siempre debo estar de la mano de mi Señor, y hoy miro a su pueblo que todavía está en guerra, este pueblo al que defiende para seguir buscando la libertad y la libertad ante el brazo de maldad que quiere imponer el terrorismo, debo orar para que el pueblo israelita que también es como el mío recobre la paz. Gracias Pastor !!!