Poner nuestra confianza en Dios, es ver su misericordia estableciendose, en medio de nuestras adversidades. El apóstol Pedro vio a Jesús, caminando sobre las aguas y no las olas impetuosas que sacudían la barca donde se encontraba. El se concentró en aquel que era capaz de obrar cosas sobrenaturales, aún cuando el tiempo no era favorable para hacerlo. Si sientes el fuerte oleaje que desestabiliza tu barca y te hallas desesperado, todo eso lo está permitiendo el Señor para que pongas tu mirada y aprendas a depender de Él. No había otra alternativa, Pedro quería corroborar que era Jesús quien caminaba sobre las aguas, para el lanzarse a hacer lo mismo. Jesús desafió su mente finita y sus límites, para mostrarle lo extraordinario que ocurre cuando decidimos caminar con Él. Si Pedro no se ahogó y desafió sus límites, atrévete tú a salir de la barca y camina sobre las aguas de tu preocupación y momento adverso, poniendo tu mirada en el Señor.
El apóstol Pablo en su carta a los Filipenses, dijo: “Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia”. Si para vivir hay que lanzarse a caminar sobre las aguas, pues lánzate a hacerlo. No te quedes estancado y bloqueado por el miedo a intentarlo. Jesús no estaba dentro de la barca, él le había dicho a los discípulos, que se fueran adelante mientras despedía a la multitud y oraba. Los vientos contrarios jamás serán una excusa, para desviar tu mirada de Cristo. Mira en ellos la oportunidad para ver las cosas grandes que Él hará. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a éste blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Deja tu comentario al final del blog. Comparte el enlace de éste mensaje a tus amigos y familiares. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla
Amén y amén. Creerte y lanzarme en tus brazos Señor es una de mis mejores experiencias.
Amen. Creer, descansar y esperar en lo que me prometió y no desesperarme en el momento de la adversidad 🙏