Detrás del sufrimiento

Todos aquellos que esperaban que Jesús fuera el político nacional y el gran mesías prometido y esperado, lo último que llegaron a imaginarse, fue que al término de su campaña, iba a ser rechazado, juzgado y ejecutado. Al principio de su ministerio, Jesús se alegra de que sus discípulos estaban llegando a saber quién era en verdad, pero él no quería que su identidad fuera conocida popularmente antes del tiempo apropiado. A la multitud le costaba entender, de que Jesús fuera realmente el Mesías y aún más de que le tocara sufrir. Barclay decía: “Antes de que pudieran predicar de que Jesús era el Mesías, tenían que aprender lo que eso significaba”. Después de escuchar lo que la gente pensaba de Él, Jesús les dijo lo que realmente había venido a hacer: PADECER, SER DESECHADO, MORIR Y RESUCITAR.

Todo esto suena fácil a la hora de leerlo, pero los discípulos y las multitudes que lo trataron y tuvieron cerca, no era precisamente lo que querían en absoluto. Es que hay propósito detrás del sufrimiento. Cada vez que Dios permite en nuestra vida padecimientos y dificultades, no vienen gratis. El en su soberanía no lo permite porque nos guste vernos mal, sino todo lo contrario: formarnos y pulirnos hasta que nos parezcamos a Jesucristo. Padecer no es sólo cuestión de un plan, una idea o una predicción; es parte del cumplimiento de lo gestado para nuestra salvación en el corazón del Padre, mucho antes de que el mundo comenzara. Finalmente ningún padecimiento ni aún el mismo poder de la muerte pudo retener a Jesús. Al tercer día y tal como el mismo lo había anunciado, resucitó de entre los muertos.

Dale gracias a Dios por las cosas terribles que hayan podido pasarte en la vida. Si detrás del sufrimiento y todo lo que te ha costado vivirlas, ha valido la pena porque cada día las manos del Señor nos moldean y nos hacen semejantes a Cristo Jesús. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Reenvía el enlace de ésta reflexión a tus amigos y familiares. Deja tu comentario al final del blog. Abrazo fraterno para todos y feliz inicio de semana.

Pr. José Ángel Castilla