La velocidad a la que nos lleva el mundo, nos lleva a cerrar los oídos para escuchar a Dios. Esa sutil pero contundente y poderosa voz, la necesitamos en nuestra vida diaria para encontrar la dirección correcta. Las ovejas reconocen, escuchan y siguen la voz de su pastor. Es Jesús ese buen y fiel pastor de nuestras almas. Si no escuchamos su voz nos sentiríamos perdidos y sin sentido de propósito en la vida. Acalla tu alma en éste día y quédate quieto esperando a que el Señor se manifeste.
Si el Señor no nos detiene en este camino veloz y ruidoso, nadie más lo hará. El mundo y su acelerado paso, nos impulsa a altas velocidades trayendo stress y falta de paz. Muévete en fe y busca conocer a Dios en la quietud, no en la velocidad. No conozco a un Dios acelerado ni estresado. Aún las aves de los cielos no se afanan por su alimento, porque Dios las alimenta y cuida, mejor que nadie.
No se qué necesidad apremiante te tenga preocupado y cansado de luchar. Espera en la Providencia Divina, que el Señor te sorprenderá. Tan sólo aguarda y espera la intervención del Todopoderoso quien quiere enseñarte a vivir, porque él es la vida. El ofrecimiento e instrucción de Jesús será intercambio de cargas. Tú le entregas las pesadas y el te da las ligeras. Recibe hoy descanso al alma abatida y cargada.
Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Bendice a tus amigos y familiares reenviando el link de ésta reflexión. Deja tu comentario al final. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla.
¡Bárbaro!. Que Enorme Contexto. Dios lo siga utilizando Grandemente Pass J.A♥