Clavos de amor II

Los siguientes regalos que a través de esos horribles clavos que traspasaron la piel del Señor, para sujetarlo y someterlo a esa cruz en la que murió, fueron los siguientes:

3. Yo te perdoné:

Fue necesario que toda la justicia divina recayera sobre un justo, para perdonarnos de todas nuestras maldades y fechorías. El nos perdonó, nunca cerró su puño frente a esos crueles soldados romanos que lo torturaron. El vio la lista de tus pecados y pagó el precio que debíamos ocupar nosotros. El Señor nos redimió de una alta deuda que debíamos pagar y que sólo Él pudo cubrir. El no podía pasar a la eternidad sin cumplir ese propósito.

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4. Yo te liberé de toda culpa.

Atrás quedó la cadena perpetua a la que los errores nos llevaron. El Señor rompió las cadenas. Dios desea que vivamos y restauremos nuestra comunión con Él. Que nuestra vida refleje la transformación que llega como producto de su amor y perdón.

5. Un letrero que cualquiera podía leer.

Pilato le pregunta a Jesús si en verdad es el Rey de los judíos, a lo que Jesús le dice: \”Tú lo has dicho\”. Todo apuntaba a una burla, se usaron tres idiomas en ese letrero que pusieron en la parte superior de la cruz: hebreo, latin y griego. El mensaje allí contenido tiene algo que decirnos a nosotros y es a no quedarnos callados. Todos tienen que saber lo que pasó en ese madero con la muerte de aquel inocente que pagó todo el precio por nuestros pecados.

¿Estás listo para no quedarte callado?

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Pr. José Ángel Castilla

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