Frente a nuestro andar diario, podremos enfrentar diversas situaciones, que según la decisión que tomemos, determinará el rumbo de nuestra vida para bien o para mal. En el momento en que esas situaciones aparecen, necesitamos discernir para elegir el camino correcto. Es allí amado lector, cuando más fuerte tenemos que escuchar la contundente voz de Dios. Por tal motivo, el Señor nos enseña la importancia de CONFIAR en su dirección divina. Él nunca nos deja sólos para navegar a la deriva de la vida; en cambio, nos ofrece su dirección amorosa, guiándonos por el camino que debemos seguir. Este versículo destaca la importancia de confiar en la guía divina en todas nuestras decisiones. Dios tiene en mente lo mejor para nosotros porque conoce los tiempos mejor que nadie.
Erróneamente y debido a nuestra impaciencia y el deseo de controlar todo, tendemos a trazar nuestro propio camino sin consultarle al Señor. Sin embargo, la “verdadera sabiduría”, es aquella que nos lleva a reconocer que Él conoce el final desde el principio y que su camino es siempre el mejor. Nunca serán las cosas fáciles, pero abrazate a su promesa de guianza, siempre con la disposición de seguir su dirección y confiar en todo tiempo en Su perfecta voluntad. Dios en su amor y misericordia, desea lo mejor para sus hijos. Él es nuestro guía fiel, dispuesto a mostrarnos el camino correcto si estamos dispuestos a escuchar y obedecer su voz. Permítele dirigir tu vida, sabiendo que su guía te bendecirá y guardará siempre. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a éste blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Comparte el enlace de éste mensaje con tus amigos y familiares. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla