Si hay una vida que me inspire en la Biblia a luchar y seguir adelante, en medio de las duras pruebas que vivió, fue José, hijo de Jacob. Pese a tantos momentos adversos: La envidia de sus hermanos por culpa de una túnica real, ser vendido y tirado a una cisterna vacía, llevado a Egipto para terminar como esclavo y en una cárcel. Dios necesitaba procesar su carácter y pulirlo para UN PROPÓSITO: ser el preservador de vida de toda su nación, la cual viviría un periodo de sequía y sólo Egipto al mando administrativo de José, se convertiría en la despensa para el pueblo de Dios.
Fueron muchos años de soledad, de estar en tierra extraña, de vivir como un esclavo, ser tentado por una lujuriosa mujer, tener lejos a su amado padre entre tantas penurias. Fue duro lo que enfrentó, pero Dios estaba con Él. En cada momento nunca lo abandonó. Dedico la entrada de hoy, a todos los que se sienten lejos de lo que aman, no comprenden el por qué sus sueños se han ido a la cisterna, sienten que han pasado los años y no logran llegar donde un día visionaron y trabajaron para estar, culpan a la pandemia de detener sus proyectos, se sienten tentados a fallarle a Dios y volver atrás. Esta palabra va para ustedes: La exaltación y la Gloria están próximos a llegar.
Después de la cárcel a dónde injustamente fue llevado, le esperaría su momento de exaltación. Todos los que hemos sido molidos en el carácter, llorado en medio de injusticias y calumnias, alguien nos humilló y trató hostilmente, y conocemos en carne propia lo que significa oprobio y adversidad, nos espera un gran momento de Gloria. José fue exaltado por Dios al segundo lugar de gobierno, de la nación más rica, poderosa e importante de la época. Allí pudo ser de bendición a su familia. Dios volvió todo lo malo vivido en bendición, cambió su dolor y soledad, en el mejor momento de su vida. En medio de lo mal que sientes está la situación, se está horneando el pan de tu gran bendición. Sé paciente y espera.
¿Quién te hizo mal? ¿Tu propia familia como a José? Perdona y paga con bien todo el mal que te hicieron. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscribete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Reenvía el enlace de ésta reflexión a tus amigos y familiares. Deja tu comentario al final. Feliz fin de semana.
Abrazo fraterno.
Pr. José Ángel Castilla