El resentimiento como puerta abierta al dolor y al rompimiento directo de relaciones en todo orden, es explosivo y crea un malestar en el entorno que nos trata y nos conoce. Pregúntate por un momento, ¿Cuántas personas y relaciones has perdido en tu vida por resentimiento?
Hoy con este artículo culmino el tema que empecé el día martes y títulé: Presos del resentimiento, porque literalmente éste coloca una reja fortificada entre la gente y nosotros cuando por dolor dañamos las relaciones.
Comparto algunas PAUTAS para ser libres del resentimiento:
1. Reconoce que has guardado resentimiento, rencor u odio hacia otros.
2. Elabora una lista de nombres de personas y daños que pudieron cometer contra ti.
3. Acepta el daño que te causaron.
5. No te estanques en tu pasado.
6. Confiesa a alguien maduro tus sentimientos.
7. Rompe o quema lo que escribiste. No lo guardes.
8. Ora y perdona.
9. Expresa tu malestar de forma asertiva e INMEDIATAMENTE.
10. No interiorices sentimientos negativos.
11. Cuida tus palabras y evalúa el mejor momento para decirlas.
No puede terminar este artículo de otra manera sin hablar de perdonar. Podríamos orar y tener comunión con Dios, pero de nada vale sentirnos amados y perdonados por el Señor, pero dolidos, con corazones endurecidos y hostiles por los demás. El amor y perdón del Padre tienen que reflejarse en las relaciones cotidianas.
Recuerda que Dios no ha terminado contigo. No claudiques en ser humilde y dar siempre el primer paso en el fortalecimiento de nuestra manera de relacionarnos. Suscribete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Comenta y comparte con otros amigos y familiares éste post.
Abrazo fraterno.
Pr. José Ángel Castilla.
Amén excelente tema gracias pastor