Palabras que destruyen

La necedad es sinónimo de ignorancia, estupidez y tontería. Palabras fuertes que definen a la persona que se mete constantemente en pleitos. Nadie los llama o busca, pero ellos aparecen atraídos por el afán de destruir vidas y lo peor es que no miden el daño que causan. El proverbista describe la boca necia, como la ruina del ignorante. Por ello debemos cuidarnos de no caer en las garras de un chismoso, pero también nosotros, no hacer lo mismo que ellos, repetir e inventar lo que no nos consta.

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Un chisme es eso, un delicioso bocado que llega al corazón y se incrusta, haciéndonos tanto daño, que podemos cambiar la imagen que tenemos de alguien. Nunca el chisme será sano y jamás bendecirá a nadie. Evítalos y así guardas tu corazón y también evitas ser un instrumento del diablo dañando la vida de otros. Esos rumores, son inventos de palabras que destruyen vidas, a veces para siempre.

Que tu boca bendiga, afirme y calle todas las veces que sea necesario. Pero evita maldecir, murmurar y hablar de más de las personas a tu alrededor, sean cercanas o lejanas. Recuerda que de lo que sembramos recogemos. Hoy murmuras, mañana alguien hablará de ti. Aléjate de chismosos, no son amigos de nadie y desgastan nuestra energía en conversaciones que no edifican, haciéndonos perder el tiempo.

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Pr. José Ángel Castilla

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