Una de las cosas más difíciles a la hora de caminar tras los pasos de Jesús, es renunciar al mundo. Un modelo de pensamiento que busca controlar nuestras acciones y comportamiento para hacer todo lo opuesto a lo que Dios nos enseña en su Palabra. Por eso decir a Jesús: Señor, es decirle que estamos dispuestos a morir. Para vivir para Dios necesitamos morir. Todo discípulo imita a quien a decidido seguir. Si tu y yo somos seguidores, somos entonces obedientes a Jesucristo, el Rey de Gloria a quien amamos. Cuando estamos enamorados, estamos listos para entregar tiempo, detalles, compromiso por el ser al que amamos. Al igual sucede con el Señor.
Sólo la fe en Jesús, valida nuestro ingreso al Reino de Dios. No son las obras o acciones por los pobres de éste mundo como nos enseñaron. El orden es primero creer y seguir en el único Salvador por quien estamos dispuestos a obedecerle. La consecuencia del amor por Él será bendecir a otros, pero el orden no puede ser invertido. Antes que cualquier cosa que digas necesitar, siempre será primero el hacer su voluntad. Que el Espíritu Santo ponga en nosotros hoy el deseo de obedecer SIEMPRE, LA VOLUNTAD PERFECTA DEL PADRE.
La obediencia siempre será mayor que cualquier otro sacrificio que digamos sea valioso o importante en ésta vida. Que sea en éste día, la reflexión que te lleve a cambiar moldes antiguos de pensamientos rebeldes y contrarios a la voluntad de Dios. Recuerda que Él no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Reenvía el enlace de ésta reflexión a tus amigos y familiares. Deja tu comentario al final del blog. Abrazo fraterno para todos y feliz inicio de semana.
Pr. José Ángel Castilla
obediencia…mayor expresión de amor a Dios