Aférrate a Cristo

En nuestra sociedad, algunas personas clasistas nos han hecho creer, que si tienen el apellido “X”, o son hijos de la persona “Y”, sólo ellas tienen acceso a privilegios y se sienten los dueños de todo. Esto lleva a que podamos sentirnos tenidos en poco y sin oportunidades porque no nacimos en esas cunas “privilegiadas”. Tú y yo hacemos parte a través de Cristo, de una sociedad especial, que no se aferra a los tesoros de la tierra, sino que pone su mira en el cielo. La identidad en Cristo nos define en gran manera, ya que estamos llamados a imitarlo. Necesitamos ser empáticos con los demás y reconocer que mientras más sirvamos y amemos al Señor, mas se mostrará Él en nosotros y menos nosotros mismos. Hago mención de esto, porque vamos a meditar en el siguiente pasaje de la carta del apóstol Pablo a los Filipenses. El dueño, Rey y Señor del universo, el Unigénito Cristo Jesús, no se aferró absolutamente a nada.

Esa es la invitación del artículo de hoy, a que imitemos la actitud de Jesús. Era Dios y sin embargo, se despojó de ese vestido real para hacerse un Rey Siervo. Nunca los que lo esperaban, se imaginaron el tipo de Rey que llegaría. Por eso muchos no le creyeron. Qué tremendo que todavía hoy algunos le sigan esperando, cuando vino a los suyos y estos le negaron. ¿Por qué entonces nos aferramos a lo que perece, se acaba y no es eterno? Aférrate a Cristo. Él es nuestra esperanza, roca firme y con su humildad, nos enseñó que no tuvo que mostrar realeza con títulos, corona y carrozas tiradas por caballos. Se hizo semejante a nosotros y en su humillación, sembró para Su Gloria. Copia su actitud y despójate de todo lo que arrebate o iguale, el lugar de privilegio que Jesús debe ocupar en tu corazón. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación a tu correo electrónico, cada vez que suba un nuevo artículo. Reenvía con otros amigos y familiares el link de este mensaje. Deja tu comentario al final del blog. Abrazo fraterno para todos.

Pr. José Ángel Castilla