Hay personas que experimentan alegrías momentáneas. No se han permitido respirar y disfrutar a plenitud el amor y el gozo del Señor. Por ello su ánimo fluctúa permanentemente entre la melancolía y cortos momentos de bienestar. ¿Qué has estado viviendo que te hace sentir triste? ¿Identificas lo que necesitas entregar al Señor, para poder ser libre y disfrutar un gozo duradero? Nehemias tenía tristeza en su corazón, al ver a su ciudad y el muro de la misma, completamente destruidos. Esa compasión lo hizo pedir permiso al rey, al cual le servía el vino, para ir y restaurar a Jerusalén. Cuando vemos necesidad extrema en nuestra familia y seres queridos, no podemos quedarnos con los brazos cruzados y ser egoístas. La compasión nos mueve a la acción. Gózate de ayudar a otros y mucho más a tu propia familia.
Ser dadivosos combate en parte la melancolía del alma. Nos lleva a pensar un poco menos en nuestras tristezas y pesares, para centrarnos en el sufrimiento, las preocupaciones y necesidades de los demás. Otros de seguro, sufren y viven momentos más duros y difíciles que tú. Sal de tu zona de confort, regala de lo que Dios te ha dado, y deja de quejarte tanto, con tus problemas menores. No te olvides que el Señor ha cambiado tu tristeza en gozo y ese debe ser el estado de ánimo, en el que te muevas día a día. Enfócate en el gozo de la salvación, el gozo de respirar cada día, el gozo de ver y disfrutar una familia, el gozo de tener una relación con Dios.
Conviértete hoy, en el Nehemias, que sale de su zona de bienestar en la realeza y llega a la necesidad de otros. Por ello, este pasaje nos enseña, que el gozo del Señor, es la fortaleza de nuestra vida. Déjate llenar por ese gozo, fruto de su Espíritu Santo y sonríe desde el corazón, sabiéndote amado por un Dios fuente de amor, que lo entregó todo por ti en una cruz. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación en tu correo electrónico, cada vez que suba una nueva entrada. Reenvía el enlace de ésta reflexión a tus amigos y familiares. Deja tu comentario al final del blog. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla
Amen Dios es perfecto
Amén. No podemos tener gozo completo ni felicidad duradera mientras otros tienen necesidad y sufren. El atender al desvalido en cualquier área de sus vidas forma parte de la alegría y gozo de amar al Señor. Que Dios nos ayude a estar apercibido del que sufre y tiene necesidad para nuestra verdadera felicidad.
El gozo del Señor es nuestra fortaleza , y El Espíritu Santo es nuestro mayor regalo. Bendigo su vida pastor por ser fuente de inspiración para muchos. Que sabías palabras.