Una conciencia limpia experimenta la libertad interna del Espiritu Santo, que nos hace sentir que estamos en paz con Dios y con nuestros semejantes. Para mantener una conciencia limpia y ser así íntegro delante de Dios y de todos los demás, quiero que tomes nota de los siguientes consejos:
1. DISCIPLINATE EN LA AUTOCONCIENCIA
Esto habla de la CAPACIDAD de RECONOCER nuestros propios sentimientos, pensamientos y comportamientos, así como comprender cómo están relacionados. REFLEXIONA sobre ti mismo, conociendo las fortalezas, las debilidades y los límites que tenemos que establecer ante ciertas situaciones. Responde las siguientes preguntas:
¿Como esta tu relación con el Señor y con tus semejantes?
¿Que empaña o te impide tener una buena relación con el Señor?
1 Timoteo 1:4-5. NTV
5 El propósito de mi instrucción es que todos los creyentes sean llenos del amor que brota de un corazón puro, de una conciencia limpia y de una fe sincera;
2. NO JUZGUES A LOS DEMAS. Una manera de justificarnos, es lanzar juicio contra los demás, no reconociendo las áreas cauterizadas de nuestra propia conciencia. Esto le aconteció a los fariseos cuando llegaron a la mujer adúltera. Su cauterizada conciencia los llevaba a pretender matarla, antes que restaurarla. Que nuestra conciencia limpia, nos muestre el camino correcto para transitar en ésta vida.
3. NO ANULES LA VOZ INTERNA DE DIOS DENTRO DE TI. El pueblo de Judá en la Biblia, en su rebeldía se negó a escuchar y seguir la voz del Señor. Pese a que las alarmas abrían de sonar por parte de los centinelas para advertirles lo que vendría, su respuesta fue: ¡NO PRESTAREMOS ATENCIÓN! Esto habla de lo insensible y duro de cerviz que era éste pueblo. Los últimos dos consejos para mantener una conciencia limpia son: AVIVAR LA RELACION CON EL ESPIRITU SANTO Y PRACTICAR EL PERDON Y LA COMPASION. Así como Jesús amó, perdonó y restauró a aquella mujer que tenía su conciencia cauterizada, por tal motivo adulteraba una y otra vez, estamos llamados a perdonar con la ayuda del Espíritu Santo, a quien nos ha hecho daño y ofendido.
Salmo 63:1NTV Salmo de David, acerca de cuando estaba en el desierto de Judá.
63 Oh Dios, tú eres mi Dios;
de todo corazón te busco.
Mi alma tiene sed de ti;
todo mi cuerpo te anhela
en esta tierra reseca y agotada
donde no hay agua.
Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Comparte el enlace de ésta reflexión a tus amigos y familiares. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla
Amén.
Todos decimos amar, pero hoy entiendo que para amar de verdad debemos tener:
1- Un corazón puro (sano)
2-Una conciencia limpia (integridad)
3-Una fe sincera. (En Dios padre,hijo y Espíritu Santo)
Esto no es fácil pero tampoco imposible (Todo lo podemos en Cristo). Gracias a Jesús que nos dejó al Espíritu Santo para transitar hacia una verdadera sanidad, integridad y la fortaleza de la fe.