Las promesas de Dios escritas es su Palabra, son ancla para nosotros en medio de los momentos de espera. El profeta Daniel, encontró en los tiempos de cautiverio, que las promesas de Dios, fueron la que estimularon su vida de oración. Recordemos que los escritos que Jeremías había hecho en cuanto al fin del período de setenta años de cautiverio, alimentaron la espera de Daniel. EXISTE ENTONCES amado lector, UNA COMBINACION PERFECTA entre la PALABRA DE DIOS Y LA ORACION. Ora siempre, recordando y recitando aquello que Dios prometió, porque él es fiel a sus promesas. Pero pide siempre con fe, no dudando y que aquello por lo cual oras o intercedes, sea DE ACUERDO CON LA VOLUNTAD REVELADA DE DIOS. De otra manera las posibilidades de respuesta son reducidas.
Ora en todo tiempo como el apóstol Pablo, nos exhorta en su primera carta a los Tesalonicenses. La verdadera oración intercesora, busca conocer la voluntad de Dios y con fe pedir que se cumpla. Hoy te invito a abrazar una promesa de Dios que sirva para alimentar tu fe y la oración que eleves a favor de tu necesidad o la de tu familia. La verdadera oración de intercesión busca siempre que Dios se lleve la Gloria de Dios.
Ora en el nombre de Jesús y espera que lo DIOS ha prometido vendrá. Recuerda que el Señor no ha terminado contigo. Suscríbete a éste blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Reenvía el enlace de éste mensaje a tu familia y amigos. Deja tu comentario al final del blog. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla
Excelente mensaje ❤️🙏🏻