El afán, el stress, el correr de un lado a otro y la necesidad de resolver las necesidades de nuestras familias, puede interferir nuestra comunión e intimidad con el Señor. Muy difícil moverse en las aguas del desespero y de la incredulidad y tener los oídos listos para escuchar la voz de Dios. De hecho para poder creer y tener fe, necesitamos oir Su Palabra, recibirla y retenerla, Debemos intencionalmente entonces, buscar momentos A SOLAS CON DIOS para calentarnos espiritualmente. A solas con sus discípulos, Jesús les bendijo y habló del privilegio que tenían de haberle conocido. Muchos profetas recibieron la profecía mesiánica de Su venida, la compartieron, pero nunca lo vieron. Ahora nosotros también somos bendecidos, porque sin ver a Jesús creímos en él.
Creo que en esos instantes a solas con Dios, su voz se hace conduntente, cuando le abrimos el corazón para recibir lo que leemos en la Biblia. Cada versículo leído sin salirnos de su contexto correcto, es poder para restaurar y liberar los corazones. No hay situación alguna que no tenga respuesta en la escritura. Por ello cuando buscamos momentos a solas con Dios, recibimos ese toque transformador de su presencia. Allí somos bendecidos con la dirección que nuestro padre eterno nos quiere entregar. Alejarnos es frialdad espiritual segura. No te dejes llevar por nada que te diga, que invertir tiempo en las cosas de Dios es pérdida de tiempo. Siempre será una buena inversión a nuestra vida espiritual, estar a solas con el Señor.
Eres bendito por la dirección que recibes del Señor a través de la escritura. Disfruta de momentos de meditación en la Palabra de Dios y prepárate para ver y oír, lo que Dios te quiere mostrar y decir a solas con él. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Reenvía el enlace de ésta reflexión a tus amigos y familiares. Deja tu comentario al final del blog. Abrazo fraterno para todos y feliz inicio de semana.
Pr. José Ángel Castilla
Amén…no en vano es el lugar secreto!.
Aunque a veces cuesta estar en el lugar secreto porque así es nuestra naturaleza hacer lo que le gusta a la carne, debemos luchar contra nosotros mismos para permanecer en ese asombroso lugar.