Poniendo la casa en orden

En el libro de Levítico, el Señor entregó instrucciones precisas al sacerdote para que hiciera una inspección de las casas que habitarían los israelitas, y examinara con detenimiento, si había moho en las paredes. Si encontraba manchas verdosas o rojizas y la contaminación de los muros era muy profunda y extendida, la casa debía ser puesta en cuarentena durante siete días. Para Dios es muy importante, que evaluemos al interior de nuestra familia, el estado espiritual de la misma. Muchas veces hemos sido, lapsos y tibios con asuntos que suceden al interior de nuestra casa. Éstas casas de piedra que habían sido propiedad de los cananeos, estaban contaminadas con lepra. La idolatría y el temor a que los israelitas les invadieran y se llevaran sus pertenencias, los llevó a ocultar en las paredes el oro, la plata y los ídolos. Esto traería moho y humedad, por lo cual el sacerdote debía revisar e inspeccionar bien lo que pasaba. Nuestro hogar éste año debe conservarse limpio y puro también.

Saquemos todo lo tóxico que daña nuestras relaciones familiares y llevemoslo fuera. Raspemos a fondo toda la gritería, agresividad y hostilidad permanente de nuestras casas. La orden de Dios era traer piedras nuevas en lugar de las que se quitaron de las antiguas casas contaminadas, y volver a cubrir las paredes con yeso.
¿De qué has dejado, que se impregne tu casa?
¿Se nos manchó quizás la casa de inmundicia, amargura o gritería?, ¿En tú casa se tiran las puertas con agresividad, cuando hay discusiones y pleitos? Tristemente los hogares cristianos no se escapan de esto.
¿Será que te volviste complaciente y tibio ante la desobediencia de tus hijos?, ¿Volviste tu casa nido de chismes y crítica contra tu propia familia? ESTO ES UNA CASA DIVIDIDA y Jesús nos enseña que terminará asolada y destruida.
¿Te falta modelar disciplina?, ¿El sucio y el desorden priman en tu casa?
Te invito a cuidar tus reacciones y delante de quién lo has hecho.


EL DRAMA ES UNA CONDUCTA APRENDIDA, y hay momentos en donde hemos dramatizado, buscando quizás llamar la atención de nuestra misma familia. La solución está en un cambio de actitud y conducir las emociones evitando gritar. Ponte a cuentas con el Señor, ora y pide perdón a tú familia. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a éste blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Deja tu comentario al final del blog y comparte con tus amigos y familiares el link de éste mensaje. Abrazo fraterno para todos.

Pr. José Ángel Castilla

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1 comentario en “Poniendo la casa en orden”

  1. Aura Ariza Granados

    Excelente prédica, gracias pastor por su perseverancia y servicio a Dios, Iglesia y a todo el necesitado. Ud no sabe todo lo que ha logrado con este blog. Dios siga bendiciendo su vida.

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