Emocionalmente sanos

Decimos que alguien emocionalmente sano, piensa, siente y actúa en línea recta.
Esto quiere decir, que lo que piensa es congruente con sus emociones y acciones.
Las personas emocionalmente sanas, no hacen lo que no quieren hacer, ya que
piensan con calma antes de hablar y de actuar. Utilizan la comunicación asertiva y buscan educarse y crecer emocionalmente.
Hay situaciones que son inevitables, algunas profundamente dolorosas que nos tocará enfrentar en la vida. Y no se trata de dejar las emociones a un lado y convertirnos en “robots insensibles y fríos”. Necesitamos manejar las emociones inteligentemente. La vida, amado lector, no se trata de las situaciones que enfrentas, sino acerca de la interpretación de las mismas.

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Si escuchaste un NO como respuesta en algo en lo que invertiste tiempo y esfuerzo, entrega tu tristeza y frustración a Dios, cobra ánimo y llénate de fe yendo a esos pasajes bíblicos que te prometen esperanza y espera el tiempo, en que una nueva y mejor oportunidad llegará. Si te terminaron en una relación sentimental, seca tus lágrimas y dile a Dios, que sane el dolor de la ruptura. Cuídate de no enlazarte a palabras negativas tales como: No me vuelvo a enamorar. Gente afín y compatible contigo llegará, pero no mendigues amor. Si algún negocio, trabajo o emprendimiento fracasó. Vuelve a empezar, pero no cometas los mismos errores que tuviste cuando lo iniciaste todo.

Para ser emocionalmente sanos, debemos
Confiar en Dios y hacerlo el Señor de nuestras emociones. Permitir que el Espíritu Santo, nos de el dominio propio frente a los momentos de inestabilidad. Cuidar lo que comemos física, emocional y espiritualmente. Hagamos ejercicio físico y procuremos también dormir bien, ya que la higiene del sueño es vital para el correcto manejo de tus emociones. Identifica a las personas y situaciones que te hacen mal, de esa manera podrás tomar la decisión de alejarte para evitar emociones que generan cortisol y te dañen por completo. Hazte preguntas a ti mismo, tales como: ¿Qué estoy sintiendo y qué sucedió como para que me sienta así?, ¿Qué estoy haciendo que me ayude a no sentirme así?
De forma positiva y con fe, ¿Cómo puedo lidiar con esta emoción?

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Emociones mal gestionadas, terminamos somatizandolas a través de enfermedades, se nos cae el cabello, aumentamos de peso, nos agripamos con regularidad y podemos llegar a sentir, dolores de cabeza o de espalda. Establece límites, aprende a decir que no y vive tu vida, no la vida de los demás. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Ama el presente que te regaló el Señor y por favor SUELTA EL PASADO. Dios hará algo nuevo a tu favor. Suscríbete a este blog y confirma en el correo electrónico que te llegará, la suscripción al mismo. Deja tu comentario al final del blog y comparte el link de ésta reflexión a tus amigos y familiares. Abrazo fraterno para todos y feliz inicio de semana.

Pr. José Ángel Castilla