No hay cosa más agobiante que esperar y ponernos ansiosos en nuestra carne, mientras aguardamos a que algo extraordinario ocurra. A diferencia de cuando usamos las armas de nuestra milicia, para alcanzar un milagro. Hoy título ésta entrada: \”El Dios de mis respuestas\”, porque el Señor no nos abandona en ningún momento de la vida, por muy difíciles que sean los tiempos. Necesitamos aprender a soltar la preocupación y las cargas dejárselas al Señor, para así correr la carrera de la vida. Nadie cargado con un costal de problemas, podrá correr con libertad y conquistar la meta.
Dios siempre tiene una respuesta, aunque no siempre ésta sea un sí. Lo más importante es saber que él no nos deja en visto como solemos hacer por descuido, muchas veces en la red social whatsapp. Quedarnos esperando una respuesta nos cuestiona. No sabemos si la conversación es aburrida a juicio de la otra persona, o sencillamente te cuelga el teléfono. Con Dios no sucede igual. El está atento a nuestro clamor. ¿Qué clamor levantas en ésta dia para el Señor? Los leo en los comentarios.
El Señor se detiene tan cerca de nuestro corazón, escuchará sus latidos y velará por aquellas cosas pequeñas aunque nos parezcan insignificantes. Por eso no podemos claudicar con la oración. Buscar de Dios no se limita a unos minutos de oración diaria, sino hacerlo hasta que algo extraordinario ocurra. A veces Dios nos dirá que no, otras veces será un sí y otras veces dirá que esperemos. ¿En cual de éstas tres opciones te identificas con la forma de responder del Señor?
Levanta un cántico de gratitud y sigue creyendo en que tu milagro está cerca. Mientras elevas tu sacrificio de alabanza, que te sorprenda el Señor y que se te manifieste, porque Él, no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Bendice a tus amigos y familiares reenviando el link de ésta reflexión. Deja tu comentario al final. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla
Muy Edificante…!!!