El salmista David nos entrega en el pasaje de hoy, un consejo para que reemplacemos nuestras PREOCUPACIONES Y ENVIDIAS por DELEITE EN EL SEÑOR. Éste consejo, implica que sometámos nuestro corazón y nuestra mente a recibir por fe, las múltiples bendiciones de Dios. Algunos estudiosos describen el DELEITE en Dios, como la única fuente de felicidad, la redirección de nuestras emociones, apartar nuestros anhelos de las cosas de la tierra, sujetándolos y fijándolos en Él.
La razón por la que muchos cristianos no se deleitan en Dios, es que no lo conocen muy bien, y la razón por la que no lo conocen muy bien es que no pasan tiempo con ÉL.
Boice
El deleitarse en Dios nos promete la seguridad, de que encontraremos el corazón y sus deseos, completamente cambiados. Tenemos que alinearnos con los buenos deseos de Dios para nuestra vida. Por lo tanto, hallaremos el deleite en Dios como la clave para vivir una vida feliz y satisfecha. Al Señor le place satisfacer los deseos del corazón del hombre que ha sido redimido a través de la muerte y resurrección de Cristo. Muchas veces los buenos deseos se ven empañados por ambición o egoísmo. Cuanto más aferrados estamos a la Palabra de Dios y más amemos y busquemos el rostro del Señor, más cerca estaremos de caminar en su perfecta voluntad. Cuida tu corazón amado lector, del hedonismo o búsqueda desenfocada de satisfacción y placer. No se trata entonces de nosotros, sino de permanecer enfocados en agradar a Dios. Eso entonces es deleite. Y quien se deleita puede esperar a que Dios le sorprenda, dándole mucho más abundantemente de lo que espera. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a éste blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Comparte el enlace de éste mensaje con tus amigos y familiares. Abrazo fraterno para todos y feliz inicio de semana.
Pr. José Ángel Castilla
Ven y llena nuestro corazón Jesús. ❤️🩹