Cuando algo de repente te sucede y no está bajo tu control, necesitas depender del Señor al 100%. Recuerda esos momentos en los que has vivido momentos sorpresivos, en los que viste afectada tu salud o la de tu familia, perdiste a un ser querido, te quedaste sin trabajo o alguien decidió concluir la relación sentimental que tenía contigo. Todo aconteció: DE REPENTE. Hace 5 años me sobrevino un fuerte cólico renal, por el que tuve que ser intervenido quirúrgicamente, para pulverizar 3 cálculos renales, que me encontraron en el riñón izquierdo. Pese a que el umbral del dolor, en mi es alto, el fuerte cólico que tenía, me llevaba a dar gritos antes de ser atendido por el especialista. Hay gente que grita de dolor físico, producido por alguna enfermedad, pero a otros les está llorando el alma, por algún dolor emocional.
Es allí cuando necesitamos experimentar esos: “De repente” de Dios. Un toque sorpresivo e inesperado del Padre, en medio de los difíciles momentos que podamos estar viviendo. Así como vi la mano de Dios antes y después de la cirugía, así suceden los milagros y la respuesta en lo que necesites de parte de Dios. Será un “DE REPENTE”, no planeado por ti, pero si por Dios a tu favor. Un gran de repente lo encontramos en la Biblia, mientras Pablo y Silas se encontraban injustamente tras las rejas de una cárcel. En el calabozo, adoraban al Señor y era tan fuerte su cántico, que podía escucharse en toda la prisión, pese a que su celda era bien profunda, quizás muy cerca de las pestilentes cloacas romanas.
DE REPENTE vino un terremoto que movió todo. Hasta los cimientos, las puertas de las celdas se abrieron, liberándolos de las cadenas que los ataban. Cuando no hay más nada que hacer en las fuerzas físicas y te rindes absolutamente a tu creador, SÓLO QUEDA ADORAR. Levanta en medio del dolor y de la tribulación que puedas enfrentar, una adoración que sea tan profunda, que puedas cantarla desde tu alma para el Señor. Así serás liberado de toda cautividad (emocional, física o espiritual), porque Dios te llamó a libertad y no a esclavitud. Grita no de dolor, sino de gratitud por lo que Dios ha hecho y hará en tí, porque recuerda que El no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Comenta y comparte con otros amigos y familiares el link de este mensaje. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla
Buenos dias para todos. Gracias deñor Jesus por tus bendiciones.
Gloria a Dios por esos derepentes, son paz , son regocijo, son la respuesta a nuestra situación.
Gloria a Dios
Esos DE REPENTE, son los milagros que llegan a nuestra vida, como respuesta a nuestras oraciones y que son medicina para nuestra alma.
Que gran artículo.
Gracias pastor José Ángel. Dios continúe bendiciéndolo.