Aprendemos que orar es sostener una conversación con Dios. Jesús no sólo nos entrega el mejor modelo para hacerlo, sino que muchas veces en la Biblia, vemos como disfrutaba de estar en la presencia del Padre, como fuente de amor y fuerzas. En este artículo de hoy veremos dos motivos importantes y cotidianos, por los cuales orar, asi como oró Jesús. No se qué lucha estés librando en el mundo espiritual, razón por la cual te motivo a no tirar la toalla en cuanto al depender de Dios se trate.
Motivo 1: Ora cuando más tentado te sientas.
Todos los días el enemigo de nuestra alma buscará hacernos tropezar y usará situaciones y personas para lograr su cometido. Ese enemigo no tiene otro plan sino: HURTAR, MATAR y DESTRUIR nuestra vida espiritual. Jesús vino para darnos una vida NUEVA y ABUNDANTE. Nuestra gran fortaleza frente a la tentación es orar. Mantén tus ojos abiertos porque el Diablo anda como león rugiendo, buscando a quien devorar. Por eso Jesús le enseñaba a sus discípulos la necesidad de orar para no ceder frente a esos ataques del maligno.
Motivo 2. Cobrar nuevas fuerzas y crecer en intimidad con el Señor.
El Padre y el Hijo uno son. Si entendiéramos la necesidad de sentirnos en unidad, bien cerquita en intimidad con el Señor, buscaríamos más momentos de oración y a solas con El. En mi vida personal de intimidad con Dios, hay instantes en los que no digo ni pido nada, sólo permanezco en silencio y disfruto de Su presencia. Jesús buscaba intencionalmente estar a solas e intimar con el Padre.
Hoy te invito a orar por estos dos motivos que estudiamos hoy: Situaciones tentadoras por las que has estado luchando y crecer en intimidad y fortalecimiento espiritual. Pido al Señor que te siga dando la victoria. Recuerda que El no ha terminado contigo. Suscribete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Comenta y comparte con otros amigos y familiares el link de este mensaje. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla