Es universal sentir miedo a tropezar, equivocarse, fallarle a los demás y en esencia, fracasar. Algunos sienten angustia y hasta pierden oportunidades porque nunca lo intentaron por puro y físico miedo. Mira la siguiente declaración de éxito, hecha por el gran basquetbolista Michael Jordan. Qué opinas al respecto amado lector. Te leo en los comentarios. Deja a un lado el espíritu de estancamiento, esfuérzate y se muy valiente para atreverte a intentarlo. El profeta Daniel nunca fracasó cuando fue llevado al foso de los leones por orar, confiar y agradar a Dios. Los sátrapas, gobernadores, magistrados, príncipes y capitanes aconsejaron al rey que se firmara un edicto que llevaba a Daniel a la muerte segura.
He fallado más de 9.000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 partidos. Veintiséis veces me han confiado el tiro decisivo y he fallado. He fallado una y otra vez en mi vida. Y es por eso que tengo éxito.
Michael Jordan
No sientas miedo de decepcionar a los demás. Ten la determinación como impulso para conquistar, siempre sosteniendo fuerte la mano del Señor. Errar es de humanos y aunque nos esforcemos en que nunca fallaremos, el peor error es no aprender de los fracasos. El verdadero éxito está en aprender la lección que cada desacierto nos dejó. Enfócate en que fracasar es también uno de los peldaños que pisarás, en la escalera que te lleva al éxito. Charles Dickens decía que: «Todo fracaso te enseña algo que necesitabas aprender». Con la ayuda de Dios haremos grandes proezas, no te dejes intimidar por el miedo. ¡Enfréntalo! Sal de tu burbuja de protección y zona de comodidad. Aunque tengas que entrar al foso de los leones, ninguno te hará daño. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a éste blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Comparte el enlace de éste mensaje con tus amigos y familiares. Abrazo fraterno para todos y feliz fin de semana.
Pr. José Ángel Castilla
Tremenda palabra; en mi caso personal, vecinos ingresaron mi número telefónico a un grupo en whatsapp, al comienzo las conversaciones eran amenas y después todo cambio, mucho contenido explícito…. En fin tenía mucho miedo del que dirán si abandonaba ese grupo. Pero me llene de valentía leyendo el libro de Daniel y aborte esas relaciones.
Ahora ellos se dirigen hacia mí con la necesidad de contarme sus éxitos y disponen su corazón para escuchar una porción de la Palabra de DIOS.
Increíble un peldaño más.