Imitadores de Jesús

El pasaje que meditamos es la consecuencia que compartíamos en el artículo de ayer respecto al hermoso modelo de humildad que Jesús nos entrega. El apóstol Pablo, nos enseña a imitar la actitud de Jesús, que siendo Dios, se despojó y no se aferró a ello para descender y ser semejante a nosotros en todo. Sin concebir pecado alguno, valga la aclaración. Produce malestar a mi alma, ver como ciertas series de TV, pueden mostrar a un Jesús más humano que divino y eso es totalmente erróneo. El fue tentado en todo, así como nosotros somos tentados todo el tiempo. La única diferencia, es que él no cedió su voluntad y deseo a la tentación, como nosotros hemos cedido un sin fin de veces. La humildad del Señor es un espejo, en donde podemos reflejar nuestro orgullo, altivez, vanagloria, prepotencia y arrogancia.

Si luchas con rendir y reconocer tus errores, medita en esta escritura de hoy. Pide perdón al Señor y clama aprender a imitarlo, así como Él nos modeló el infinito amor del Padre. Un imitador es alguien que busca ser perfeccionado por su mentor todos los días. Busca aprender del Señor y copia hoy esa hermosa cualidad llamada humildad. Dios hecho hombre. El Rey de la Gloria descendió y habitó entre nosotros, todo por amor. Te bendigo amado lector. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Comenta y comparte con otros amigos y familiares. Deja tu comentario al final del blog.

Abrazo fraterno para todos.

Pr. José Ángel Castilla

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1 comentario en “Imitadores de Jesús”

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