Es admirable la sabiduría con la que escribe y nos edifica el sabio Salomón en los libros sapienciales que escribió. Vemos aqui cómo la vida es una repetición de situaciones a veces insaciables en el corazón del hombre y todo es un ciclo que va y viene. Por eso el sabio dice que nada tiene sentido. Las personas hoy somos unas y mañana serán otras, pero las cosas que viviremos siempre serán las mismas. Tenemos que poner fin a esas búsquedas equivocadas donde el curso de nuestro río de vida cambie y entregue sus aguas en el océano de Dios.

No entender esto es vertir y tributar nuestras aguas a ríos y mares equivocados. De allí los vacíos en el corazón de muchos, por no dejar que Jesus sea suficiente. Continúa el escritor de Eclesiastés diciendo que: No importa cuánto veamos, nunca quedamos satisfechos. No importa cuánto oigamos, nada nos tiene contentos. Si en éste inicio de la semana te expresas así, te falta fluir en gratitud para con el Señor.

Tan sólo mirarte a ti y a los tuyos es motivo suficiente para sonreír y darle gracias a Dios. No permitas que tu corazón se contamine de amargura e ingratitud. Todos los años la tierra iniciará y terminará su acostumbrada vuelta al sol de siempre, pero cada vez maduramos y amamos más al Señor. Aprende tus lecciones y toma nota de lo que te está costando abandonar. La misericordia del Señor nos ha permitido abrir y cerrar los ojos cada día y cada noche.

Que lo que veas hoy aunque no lo entiendas, te haga decir gracias. Que lo que escuches aunque te duela o irrite, no te lleve a perder el gozo y la paz, los cuales son un regalo y fruto del Espíritu Santo. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Bendice a tus amigos y familiares reenviando el link de ésta reflexión. Deja tu comentario al final. Abrazo fraterno.

Pr. José Ángel Castilla